Las dificultades comienzan en la etapa escolar, porque el sistema educativo no se adapta a las necesidades específicas del alumnado con TEA ni incorpora sus fortalezas. Así se pone de manifiesto en el estudio “Empleo y trastorno del espectro del autismo. Un potencial por descubrir” (Autismo España, 2018), que señala como principales barreras: