Sin embargo, el alumnado con TEA a menudo experimenta barreras en su educación y que están relacionadas, fundamentalmente, con la falta de apoyos especializadas y específicos ajustados a sus necesidades. Se dan tanto en la educación obligatoria (primaria y secundaria) como en la no obligatoria (infantil, Bachillerato, Formación Profesional y estudios universitarios).