Este seguimiento se hace mediante evaluaciones exhaustivas (exploraciones neuropsicológicas, pruebas estandarizadas, cuestionarios y entrevistas) y a través del análisis del seguimiento visual de los bebés, utilizando tecnología eye-tracking. Si se confirma el diagnóstico, se deriva al niño o niña hacia una intervención especializada y específica que favorezca tanto su desarrollo y calidad de vida como el bienestar emocional de sus familias.
Los importantes resultados conseguidos en Burgos con este programa nos han llevado a comenzar el proceso de transferencia al resto de nuestras entidades.