Mano de una mujer frente a cámara haciendo señal de parar.

La violencia de género constituye un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos. Sin embargo, sigue siendo una realidad poco investigada, especialmente en lo que respecta a las niñas y mujeres autistas.  

En España, se desconoce el número de mujeres autistas que sufren maltrato o abuso por razón de género ya que no existen datos oficiales. No obstante, los datos extraídos de la Macroencuesta de violencia contra la mujer-2019 del Ministerio de Igualdad señalan que:

El 40,4% de las mujeres con discapacidad ha sufrido violencia en la pareja a lo largo de la vida, en comparación con el 31,9% de las mujeres sin discapacidad, por lo que se trata de una realidad presente y poco visibilizada.  

Violencia contra las niñas y mujeres

Dado que la erradicación de la violencia contra las mujeres y la promoción de la igualdad de género es una prioridad social y de país, es imprescindible conocer cómo afecta esta realidad a las niñas y mujeres con autismo, y desarrollar  sistemas de apoyo y políticas públicas que contemplen sus necesidades, garanticen sus derechos y eliminen cualquier tipo de discriminación o riesgo de ser víctimas de abusos o violencia por razón de género.. 

Con este propósito, en 2022 pusimos en marcha una línea de investigación dirigida a analizar cómo afecta la violencia a las niñas y mujeres con autismo, y cómo se articula la respuesta a sus necesidades desde la red de recursos de apoyo a víctimas de estas situaciones. 

Estudio sobre violencia contra las mujeres y niñas con autismo

Algunos de los factores que explican esa vulnerabilidad son:

Las niñas y mujeres autistas son especialmente vulnerables ante las distintas formas de violencia: acoso y violencia sexual, violencia física y psicológica, violencia digital y coerción emocional.

1
Dificultades para identificar situaciones
de abuso, engaño o violencia e interpretar las intenciones de terceras personas, resolver conflictos, poner límites, así como para comunicar lo que ha ocurrido, lo que las puede llevar a no denunciar o a negar la situación de violencia.
2
Aislamiento social
Algunas mujeres autistas tienen poco contacto con otras personas o redes de apoyo, lo que aumenta su riesgo de depender emocional o económicamente de quien ejerce la violencia.
3
Prejuicios sociales
sobre su capacidad para cuidarse a sí mismas o para cuidar a otras personas, lo que puede llevar a infravalorar su palabra o sus necesidades.
4
Autoestima baja
que puede hacer que toleren conductas dañinas o crean que “merecen” ciertos tratos.
5
Barreras para acceder a los servicios de atención y apoyo.
Muchos recursos no están adaptados a las necesidades sensoriales o comunicativas (ruidos, luces, poca comprensión del autismo del equipo profesional...)
6
Falta de formación específica sobre autismo
en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, así como los operadores jurídicos.
7
Ausencia de programas, protocolos y recursos específicos sobre autismo
en las redes de atención a mujeres víctimas de violencia de género.
8
Falta de identificación con los materiales
de sensibilización y prevención contra la violencia de género por parte de las mujeres autistas víctimas de violencia de género.

Además, una reiteración y cronicidad de la violencia aumenta la exposición al trauma e impacta de manera negativa en las relaciones sociales y la calidad de vida, así como en la salud mental y el bienestar emocional y físico (ansiedad, depresión, aislamiento social…). 

La falta de conocimiento y herramientas puede llevar a las mujeres autistas víctimas de violencia a sufrir descrédito, cuestionamiento y revictimización, al tener que repetir su testimonio una y otra vez, o a no sentirse seguras durante el proceso de denuncia. 

Nuestras demandas

Por ello, desde Autismo España reclamamos:  

La prevención, la detección precoz y el apoyo a las víctimas son los ejes clave de una respuesta especializada a las niñas y mujeres con autismo que hayan sufrido violencia de género. 

Programas educativos de prevención específicos para las niñas y mujeres con autismo, que les ayuden a reconocer situaciones de violencia y herramientas para buscar ayuda.
Icono de un maletín de trabajo
Capacitación a profesionales con conocimientos educación sexual, comunicación asertiva, violencia y con formación en autismo.
Protocolos para garantizar la accesibilidad cognitiva en todas las etapas del proceso de denuncia, para facilitar la participación de las mujeres en entornos seguros y amigables con el autismo, así como sistemas de apoyo efectivos en los juzgados.
Centros de urgencia y acogida especializados para mujeres con autismo, condiciones de salud mental y/o discapacidad, que tengan en cuenta sus necesidades y características específicas.
Unas manos sujetando un corazón de papel azul frente a un ordenador portátil

Y tú, ¿qué puedes hacer?

Si quieres contribuir a erradicar la violencia de género en niñas y mujeres autistas, dona para que podamos seguir poniendo en marcha acciones de defensa de sus derechos.