El trastorno del espectro del autismo (TEA) es una condición del neurodesarrollo que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral. Se caracteriza por dar lugar a dificultades para la comunicación e interacción social y para la flexibilidad del pensamiento y de la conducta de la persona que lo presenta. 

01Cuestiones generales

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Causas
A día de hoy no se conoce el origen del autismo, pero se sabe que es genético y que determinados factores ambientales (ciertas características de los progenitores o eventos perinatales) contribuyen al desarrollo y evolución de la condición.
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Especificidad
Las características nucleares del autismo son específicas, aunque a veces aparecen asociadas a otras condiciones como la discapacidad intelectual, trastornos del lenguaje o problemas de salud mental.
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Variabilidad
Aunque compartan diagnóstico, cada persona autista es diferente y tiene sus propias capacidades, necesidades e intereses.
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Discapacidad invisible
El autismo no lleva asociado ningún rasgo físico diferenciador, sino que solo se manifiesta a nivel de las competencias cognitivas y del comportamiento de cada persona.
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Ciclo de vida
El autismo acompaña a la persona a lo largo de toda su vida, aunque sus manifestaciones pueden variar en función de la etapa vital, de las experiencias y de los apoyos con los que cuente.
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Familias
Son el principal apoyo de la persona autista, ya que el TEA impacta en todas las personas que la rodean.

02Características de las personas con autismo

El autismo se presenta de manera diferente en cada persona, pero todas comparten, con mayor o menor intensidad, dificultades en el desarrollo de las habilidades sociales y comunicativas y presentan un comportamiento inflexible y con intereses repetitivos.

Miniatura de manos de persona joven y persona mayor

Comunicación e interacción social

Por lo que respecta a las relaciones sociales, las personas con autismo pueden tener dificultades para: 

  • Desenvolverse en determinadas situaciones sociales y comprender las reglas sociales “no escritas”.   
  • Entender las emociones, deseos o intenciones de otras personas y utilizar este conocimiento en la interacción social.   
  • Expresar emociones de forma ajustada a la situación. 

En relación con las habilidades de comunicación, las personas autistas pueden tener dificultades para:

  • Comprender ciertos mensajes que se transmiten de forma verbal o el significado no literal del lenguaje (bromas, chistes, metáforas, ironías o dobles sentidos). 
  • Interpretar correctamente la comunicación no verbal: contacto ocular, gestos, postura corporal o expresiones emocionales.  
  • Identificar los temas que son adecuados en función del contexto o del interés de la persona con la que se habla. 
  • Utilizar un lenguaje ajustado a la situación, empleando en ocasiones expresiones excesivamente formales o una entonación inusual. 
Miniatura de manos de un niño jugando con un cubo de Rubik

Flexibilidad de comportamiento y de pensamiento

Además, algunas personas con TEA presentan alteraciones en el procesamiento de los estímulos sensoriales mostrando, en ocasiones, hiper o hipo reactividad a los mismos. Esto se puede manifestar en: 

  • Malestar intenso ante determinados sonidos, olores, luces, sabores o texturas específicas, que pueden pasar desapercibidos o no incomodar a otras personas. 
  • Interés inusual en aspectos sensoriales del entorno, como insistencia por oler o tocar determinadas cosas o fascinación por luces y objetos brillantes o que giran.  
  • Indiferencia aparente al dolor o a la temperatura. 
  • Búsqueda de estimulación mediante actividad física, como balancearse, girar sobre sí misma o saltar repetidamente.  

Las personas con autismo pueden tener dificultades para responder de manera flexible a las demandas de los diferentes contextos sociales, lo que puede manifestarse en:  

  • Resistencia a cambios en la rutina o en el entorno, aunque sean mínimos. 
  • Necesidad de apoyo para saber cómo enfrentarse a situaciones desconocidas. 
  • Disposición de un repertorio limitado de intereses, muy intensos y específicos. 
  • Patrones de comportamiento rígidos y repetitivos. 

03Habilidades y Fortalezas

Si quieres más información, puedes ver la entrevista a nuestra directora técnica, Ruth Vidriales, en la que aborda aspectos esenciales sobre el autismo:

Tener autismo implica una forma diferente de procesar la información y de comprender el mundo que nos rodea y esto se traduce en una serie de capacidades que presentan las personas con esta condición: 

  • Meticulosidad y atención por los detalles 
  • Sinceridad y honestidad  
  • Conocimiento exhaustivo sobre temas muy específicos de su interés  
  • Buenas competencias en tareas rutinarias, mecánicas y repetitivas  
  • Procesamiento lógico de la información 
  • Respeto y cumplimiento de las reglas establecidas

04Prevalencia

Niña jugando en una piscina de bolas infantil

¿Sabías que 1 de cada 100 personas es autista?

En España, las bases de datos estadísticas oficiales no recogen adecuadamente el autismo, por lo que tomamos como referencia estudios epidemiológicos realizados en otros países; en Europa, se estima que el autismo se presenta en el 1% de la población. 

Si la población estimada en España es de 47.000.000, en nuestro país hay más de 470.000 personas con autismo.

05Saber más

No, solo hay una categoría diagnóstica para el autismo. En las versiones más recientes de los sistemas de clasificación utilizados internacionalmente para hacer diagnósticos clínicos (DSM-5 TR y CIE-11) aparece una única categoría de “trastorno del espectro del autismo”. Ahora bien, cada uno de los manuales señala que se debe especificar:  

  • En el caso del DSM-5, la gravedad de acuerdo con el grado de ayuda necesaria para cada uno de los dominios de comunicación social y comportamientos restringidos y repetitivos. Esto da lugar a la siguiente clasificación:  
    • Nivel de gravedad grado 1 (necesita menos apoyos) 
    • Nivel de gravedad grado 2 
    • Nivel de gravedad grado 3 (más necesidades de apoyo) 
  • En el caso de la CIE-11, si presenta o no afectación del desarrollo intelectual y del lenguaje funcional.  

Tradicionalmente, se ha considerado el autismo como un trastorno mayoritariamente masculino, pero el aumento del diagnóstico en niñas y mujeres en los últimos años, especialmente en aquellas sin discapacidad intelectual asociada, hace que se esté cuestionando esta afirmación. 

Esta infrarrepresentación de las niñas y mujeres autistas en la investigación provoca que, a menudo, reciban más diagnósticos previos erróneos, dificultando así su acceso a los recursos de apoyo que necesitan. 

Aunque sus habilidades de interacción social pueden ser distintas de las habituales, las personas con autismo sí tienen interés en relacionarse con los demás. A menudo, es el entorno el que no les facilita esa participación, porque no se adapta a sus necesidades y características.  

Con entornos amigables y apoyos adecuados, las personas autistas pueden afrontar las demandas cotidianas y participar activamente en la sociedad. 

Claro que se comunican, pero no todas lo hacen de la misma manera ni recurren al lenguaje oral para hacerlo. 

Así, hay personas en el espectro que tienen habilidades lingüísticas fluidas y otras que necesitan recurrir a Sistemas aumentativos y/o alternativos de comunicación (SAAC), bien porque emplean pocas palabras (en el caso de los sistemas aumentativos) o bien porque no utilizan el lenguaje verbal (sistemas alternativos). 

Los SAAC incluyen diversos sistemas de símbolos, adaptados a las necesidades y habilidades cognitivas de cada persona, que pueden ser: 

  • Gráficos (fotografías, dibujos, pictogramas, palabras o letras), para que los que se necesitan recursos de apoyo como libros y cuadernos, comunicadores de habla artificial, ordenadores/ tablets, etc.
  • Gestuales (mímica, gestos o signos manuales).

El autismo se presenta de manera diferente en cada persona en lo referente a sus manifestaciones clínicas, y lo mismo ocurre con el funcionamiento intelectual. Esto supone que no todas las personas autistas presentan discapacidad intelectual asociada.