¿Cómo hacer sesiones de cine accesibles para las personas con autismo?
- Realizamos una serie de recomendaciones para mejorar la experiencia de las personas autistas en los cines y hacer de las salas unos entornos amigables y acogedores para ellas.
- Estas propuestas se extraen del informe de conclusiones del proyecto piloto “Autismo de Cine”, implementado por Autismo España, Fundación Orange y Cinesa junto a la Fundación ConecTEA y la Asociación ProTGD.

Las personas con autismo tienen derecho a disfrutar de actividades de ocio y tiempo libre en igualdad de condiciones. Además, estas actividades favorecen el desarrollo de habilidades de comunicación y de interacción con el entorno, un aspecto fundamental para mejorar su la calidad de vida.
Con el fin de promover este derecho en contextos normalizados como el cine, es necesario tener en cuenta una serie de recomendaciones, encaminadas a mejorar su experiencia y hacer de las salas unos entornos amigables y acogedores para ellas. Para ello, se requieren una serie de adaptaciones, tanto cognitivas como en la propia experiencia de ir al cine (compra de entradas, accesos, descansos, etc.).
Adaptaciones cognitivas
Las barreras cognitivas dificultan el disfrute de los entornos, bienes y servicios de manera autónoma, eficiente, segura y en igualdad de condiciones. Por ello, es necesario implementar una serie de medidas que no solo benefician a las personas con autismo, sino también a todas aquellas que presentan necesidades de apoyo de tipo cognitivo: personas con discapacidad intelectual, con bajas competencias de lectoescritura o aquellas que no dominan el idioma.
Para mejorar la experiencia de las personas autistas en el cine, podemos realizar estas adaptaciones cognitivas:
- Emplear la lectura fácil en las máquinas de autoventa de entradas. Este método permite adaptar la información para que sea más fácil de entender, teniendo en cuenta el texto, el diseño y las ilustraciones que se presenten. Se debe emplear un lenguaje claro y se puede recurrir al uso de un código de colores que facilite a las personas con dificultades cognitivas comprender la información y poder navegar por ella. Además, se deben incluir instrucciones visuales, botones grandes y bien etiquetados, y minimizar la cantidad de pasos necesarios para completar la compra, haciendo el proceso más intuitivo y accesible.
- Incluir señalizaciones que favorezcan la estructuración del espacio. Distribuir las zonas mediante claves visuales (preferiblemente imágenes) ayuda a identificar los espacios y a distinguir unos de otros. Las salas y el entorno de cine, en general, deben tener un diseño espacial simple, que ayude a las personas con autismo a moverse por el espacio de forma independiente y con facilidad.
- Usar materiales adaptados para fomentar la comunicación y la comprensión a través de estos apoyos. Las personas con autismo suelen tener más facilidad para comprender la información que se presenta visualmente. Utilizar los apoyos visuales contribuirá a que conozcan los espacios, las normas respecto a lo que se puede y no se puede hacer, lo qué va a ocurrir, etc. Todo ello aumentará su autonomía a la hora de tomar decisiones. Así, por ejemplo, se pueden proporcionar mapas o guías visuales en las entradas que muestren la disposición de las salas y los asientos, o menús claros y accesibles en el bar, preferiblemente en formatos visuales y textuales que sean fáciles de comprender sin necesidad de interacción verbal.
Otras adaptaciones
Cada persona con autismo es única y tiene sus propias necesidades. Sin embargo, existen una serie de características comunes al colectivo que conviene tener en cuenta para garantizar que la experiencia de ir a ver una película al cine sea gratificante. Entre ellas, destacamos:
- Permitir libertad de movimiento. A muchas personas autistas les cuesta estar demasiado tiempo sentadas manteniendo la atención; por ello, sería recomendable ofrecerles asientos prioritarios cerca de la salida, en pasillos…De esta manera, quienes lo necesiten, podrán moverse por la sala y salir de ella sin interrumpir ni incomodar al resto de espectadores/as.
- Crear “espacios de la calma”. Habilitar un lugar tranquilo fuera de la sala de proyección al que las personas que lo necesiten puedan acudir cuando se sientan abrumadas, para calmarse y después volver a entrar.
- Informar de los tiempos de espera. Para las personas con autismo, los tiempos de espera pueden suponer una enorme fuente de malestar y un desafío constante para participar en la actividad de cine. Por eso, sería beneficioso para ellas tener conocimiento de la hora a la que está programada el inicio de la película, incluyendo el tiempo destinado a publicidad.
- Ajustar el volumen y la iluminación de la sala. Para mejorar la experiencia de las personas autistas en el cine se podrían implementar sesiones con iluminación tenue durante toda la proyección y una transición gradual de luces, además de reducir el volumen y suavizar los efectos de sonido para evitar sobrecargas sensoriales.
- Formar al personal de los cines. Implementar programas de capacitación y proporcionar materiales adecuados para que todo el personal de las salas entienda las necesidades específicas de las personas con autismo no solo mejorará la accesibilidad e inclusión del colectivo, sino que también empoderará al personal para ofrecerle un mejor servicio.
Todas estas recomendaciones se extraen del proyecto colaborativo ‘Autismo de Cine’, iniciativa piloto implementada por Autismo España, Fundación Orange y Cinesa junto a la Fundación ConecTEA y la Asociación ProTGD entre 2023 y 2024.
Consulta la infografía con las recomendaciones.