Compartir

“Tras el diagnóstico, he tenido que reordenar algunos aspectos de mi vida. El sueño es uno de ellos”

  • Compartimos el testimonio de un hombre que acaba de recibir el diagnóstico de TEA, en el que aconseja a las personas en el espectro descansar lo suficiente para evitar que se resienta su bienestar emocional.
Testimonio de madre de niña autista

Las alteraciones del sueño son muy frecuentes en las personas con trastorno del espectro del autismo (TEA). Dormir mal puede tener efectos perjudiciales en procesos cognitivos como la atención, comunicación e interacción social, regulación del estado de ánimo y en el comportamiento. 

Muchas personas con autismo tienen dificultades para procesar correctamente la información sensorial que les llega, tanto del ambiente como de su propio cuerpo. Según cómo perciba esas sensaciones, estas pueden impactar sobre el sueño, provocando despertares nocturnos o una mala conciliación del mismo.   

Para evitar estos problemas, un hombre recién diagnosticado de TEA ofrece a los jóvenes autistas este consejo: “Descansa cuando debas hacerlo”.  

Consejo a un joven autista: descansa cuando debas de hacerlo 

Tras haber sido diagnosticado de manera formal hace pocos meses, he tenido que reordenar algunos aspectos de mi vida. El sueño es uno de ellos. Hay algunos estudios en los que se trata de calcular cuántos pensamientos tiene una persona a lo largo del día. Pueden ser miles. A veces, vinculado al autismo, hay pensamientos innecesarios, que se repiten, “rumiaciones”, que nos agotan, además de causar malestar o padecimientos. 

También hay patologías asociadas al autismo, que llevan tanto a un complejo, hermoso mundo interior, como a una situación de incomprensión ante el mundo, que nos puede llevar a tener momentos en que nuestra cabeza no para. Otras veces, la inercia lleva a pasar más tiempo del que uno había considerado navegando en la Red, viendo un vídeo tras otro, o interesarse por cuestiones que no son tan importantes ni urgentes.  

Todo esto, y los acontecimientos de cada día, hace que la mente de cualquier persona se vaya agotando, por muy acostumbrado que crea estar a esa posible avalancha de información, sentimientos, emociones, desde que en la mañana comienza a leer las noticias hasta que antes de dormir, sigue pendiente del estado del mundo.  

Es muy necesario descansar de una manera ordenada a lo largo de la jornada: aprender a descartar lo necesario de lo que es una distracción, reconocer el posible impacto de lo que se consume de manera digital, encontrar momentos para desconectar, estar en paz. Pueden ser algunos minutos en que sólo se toma el aire en la terraza, se observa el paso de las personas tomando un café, o con breves siestas. Es uno mismo el que ha de construir su criterio: entenderse, reconocer cuánta atención, tiempo y energía dedica a cuestiones que, al final del día, no son importantes, que puedan no tener valor como distracción o entretenimiento pasajero.  

Habría que descansar cuando es necesario, encontrar los lugares y tiempos adecuados, seguros, para hacerlo, sabiendo que, al igual que los motores, hay que saber cuándo bajar de revoluciones, e incluso apagarlo. 

J.J.

 

Autismo España no se hace responsable de las opiniones vertidas que se emitan en esta sección puesto que son de carácter personal, y no necesariamente reflejan la posición de Autismo España.