Detección
y diagnóstico
01Señales de alerta
Existen una serie de hitos que los bebés van adquiriendo conforme maduran e interactúan con el entorno. Cuando alguno no aparece o lo hace de manera atípica o muy tardía, se recomienda una evaluación especializada que confirme o descarte el diagnóstico de autismo.
Estas son algunas de las principales señales de alerta del TEA:
- Escaso contacto ocular.
- Falta de anticipación cuando se le va a coger en brazos.
- Irritabilidad o tendencia a experimentar cambios emocionales intensos y rápidos.
- Falta de interés en juegos interactivos sencillos (cosquillas, “cucú-tras”).
- Ausencia de balbuceo, sonidos o palabras sencillas.
- Escaso uso de gestos comunicativos (como señalar o decir adiós con la mano).
- Ausencia o limitada respuesta al propio nombre.
- No mirar hacia donde otros señalan.
- No señalar para pedir algo o no mostrar objetos.
- Respuesta inusual de rechazo ante determinados estímulos auditivos.
- Retraso o precocidad en el desarrollo del lenguaje.
- No imitar gestos o acciones.
- Formas repetitivas y no simbólicas de juego (ej. alinear objetos o abrir y cerrar puertas de forma repetitiva).
- Falta de interés por relacionarse con otros niños y niñas.
En este vídeo puedes entender mejor estas señales y la importancia de detectarlas precozmente:
01¿Cómo se diagnostica el autismo?
Mucha gente se pregunta si existe algún tipo de test que permita diagnosticar el autismo. La respuesta es NO. Dado que no existen marcadores neurobiológicos que permitan determinar si una persona tiene autismo, dicho diagnóstico solo puede realizarse conductualmente, observando los patrones de comportamiento de la persona y su historial de vida e interacción con el entorno.
Esta valoración corre a cargo de un equipo multidisciplinar de profesionales de distintos ámbitos (medicina, psicología, educación, bienestar social) con formación específica en TEA, a partir de exámenes médicos, valoración genética y evaluación psicológica y psiquiátrica (cognitiva, adaptativa, comunicativa, del bienestar emocional y de la conducta) de la persona.
Los criterios de diagnóstico del autismo están consensuados internacionalmente y descritos tanto en el “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” (DSM-5 TR) como en la “Clasificación Internacional de Enfermedades” (CIE-11).
Las personas autistas que llegan a la vida adulta sin ser diagnosticada (principalmente aquellas sin discapacidad intelectual o cuyas manifestaciones clínicas se presentan de manera más sutil) no han podido disponer de los apoyos necesarios para desarrollar competencias personales y estrategias positivas de afrontamiento de la vida cotidiana.
Pese a que los primeros síntomas de autismo aparecen entre los 18 y los 24 meses, la edad media de diagnóstico en España supera los 5 años. Recibir un diagnóstico temprano es esencial para acceder cuanto antes a los servicios especializados de atención temprana que favorezcan el desarrollo, la calidad de vida y el bienestar emocional de los niños y niñas con autismo y de sus familias.
¿Dónde acudir para realizar la valoración diagnóstica?
Si tienes sospechas de que tu hijo o hija pueda tener TEA o de que tú seas una persona en el espectro, te recomendamos que realices la valoración especializada que confirme o descarte el diagnóstico; para ello, puedes acudir:
- A tu profesional de atención primaria (pediatra o médico de cabecera)
- A la entidad de autismo más próxima a tu zona de residencia. Consulta el listado de nuestras entidades aquí.
03El diagnóstico en niñas y mujeres
Las niñas y mujeres con autismo reciben más diagnósticos previos erróneos, lo que dificulta su acceso a recursos especializados de apoyo e incrementa el riesgo de experimentar situaciones que pueden comprometer su calidad de vida (problemas de salud mental, exceso de medicación, vulnerabilidad al acoso sexual, etc).
Este retraso en el diagnóstico puede responder a varias razones:
- Diferencias neurobiológicas. Las mujeres están más protegidas genéticamente respecto al TEA, de modo que necesitarían un impacto genético mayor que los niños para desarrollar autismo.1
- Diferencias en las manifestaciones nucleares del autismo. Las competencias sociales y de comunicación suelen ser mejores en el caso de las niñas.2
- Infrarrepresentación en la investigación. La mayor parte de los estudios de la práctica clínica se han desarrollado y validado con muestras de población esencialmente masculinas. Por ello, tradicionalmente se ha considerado el TEA como un trastorno mayoritariamente masculino, señalando que se presentaba cuatro veces más en hombres que en mujeres.3
- Posible sesgo de género en la valoración diagnóstica que predispone a los profesionales a identificar otro tipo de trastornos en el caso de las mujeres y a obviar el autismo.4
Para promover la igualdad y los derechos fundamentales de las mujeres y las niñas en el espectro del autismo, es preciso incrementar la investigación al respecto y tomar conciencia sobre su realidad, incluyendo una perspectiva de género.
1 Zhang et al. 2020. 2 Ratto et al., 2018. 3Kreiser y White, 2014. 4 Gould y Ashton-Smith, 2011.
04Qué hacer después del diagnóstico
Para ello, te recomendamos que acudas a la entidad especializada de autismo más próxima a tu zona de residencia, donde también podrás relacionarse con otras familias y personas en tu misma situación e intercambiar experiencias y conocimiento.
Consulta aquí las entidades o asociaciones de autismo para que puedas contactar con la que tengas más cerca.
Disponer de un diagnóstico es el primer paso para poder comenzar a recibir los apoyos especializados necesarios que van a mejorar la calidad de vida de la persona con autismo y de su familia.
Tanto si tu hijo o hija acaba de ser diagnosticado como si eres una persona adulta que ha confirmado que es autista, debes conocer los servicios a los que puedes acceder en la comunidad autónoma en la que resides.