Analizamos las necesidades especiales de las personas con autismo durante el envejecimiento

En el Día Internacional de las Personas de Edad, compartimos un artículo de Guillermo Benito, psicólogo del área de Investigación de Autismo España, en el que pone de relieve la necesidad de atender las necesidades específicas de los hombres y mujeres autistas en proceso de envejecimiento. 

Autismo y envejecimiento  

Hay razones para pensar que las personas con trastorno del espectro del autismo pueden envejecer de forma diferente a como lo hacen las personas sin este diagnóstico. Algunos hombres y mujeres autistas, así como profesionales que les prestan apoyo, refieren que el deterioro propio de la edad empieza en ellas mucho antes que en el resto de la población. Además, las necesidades especiales de este colectivo se incrementan con la edad, lo que implica un impacto mayor en la salud, autonomía y calidad de vida de las personas con autismo al que es necesario anticiparse y responder de la manera más adecuada.  

Entre las particularidades importantes de las personas autistas en relación al envejecimiento, destacan fundamentalmente dos:  

• Se ha observado que las personas con TEA experimentan más problemas de salud que las personas con desarrollo normal. Los más frecuentes son las alteraciones genéticas, enfermedades cardiovasculares, trastornos del sueño, problemas gastrointestinales, trastornos neurológicos y psiquiátricos. Esto podría favorecer por sí solo que las personas autistas sean más vulnerables al proceso de envejecimiento.  
• También se sabe que el procesamiento de información de las personas autistas es distinto al de las personas no autistas; en concreto, en dimensiones como la atención, memoria de trabajo, funciones ejecutivas, inhibición y flexibilidad. No se sabe exactamente cómo evolucionan estas diferencias durante la edad adulta, ni cómo este perfil cognitivo puede afectar específicamente al envejecimiento de las personas adultas con TEA.  

Además, debemos tener en cuenta que las personas autistas adultas experimentan los problemas propios del envejecimiento de forma anticipada. Esto afecta a su autonomía, capacidad funcional y calidad de vida que perciben. La información científica no es aún concluyente y, por eso, es necesario seguir investigando en estas áreas:    

• Percepción subjetiva: las personas autistas y sus familias perciben un empeoramiento cognitivo más temprano (en torno a los 40 años) que se manifiesta en forma de problemas de atención, memoria y enlentecimiento al procesar información. Esto no se corrobora siempre al utilizar pruebas cognitivas.  
• Neurobiología: parece que el cerebro de las personas autistas envejece de forma distinta al resto de la población, mostrando diferencias en su plasticidad y conectividad respecto a personas no autistas.  

• Funcionamiento cognitivo: comparando con la población general, algunas funciones cognitivas decaen antes en las personas autistas (planificación, memoria, flexibilidad cognitiva), otras se mantienen igual (velocidad en el procesamiento de información) y algunas decaen más tarde (fluidez verbal, cognición social).  

Estudio de investigación de Autismo España  

Con el objetivo de mejorar el conocimiento sobre alguno de los aspectos antes mencionados, desde Autismo España llevamos a cabo un proyecto que lleva por título Innovación y buenas prácticas en el apoyo a la vida adulta y el envejecimiento activo de las personas con trastorno del espectro del autismo. Financiado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, su objetivo principal es conocer cómo influyen determinadas variables sobre el funcionamiento adaptativo de las personas con TEA. Para ello, comparamos el perfil cognitivo, el estado de salud y la calidad de vida de hombres y mujeres mayores de 35 años con y sin diagnóstico de autismo, controlando el efecto de la capacidad intelectual. 

Hasta el momento hemos evaluado a 160 personas (129 hombres y 31 mujeres) con diagnóstico de autismo y distintas necesidades de apoyo (discapacidad intelectual leve o moderada, y sin discapacidad intelectual), usuarias de varias de nuestras entidades miembro: Asociación APAFAC, Asociación APANATE, Asociación APNABI, Asociación Autismo Cádiz, Asociación Autismo Huesca, Asociación Autismo Valladolid, Asociación CEPRI, Asociación Nuevo Horizonte, Asociación Gautena, Especialisterne, Fundació Autisme Guru, Fundació Autisme Mas Casadevall y Fundación Ángel Rivière.  

Los datos recogidos confirman la influencia determinante de la edad y el sexo sobre el estado de salud, en la línea de este trabajo que publicamos recientemente en la revista Frontiers in Psychiatry. Al comparar los datos de personas autistas con los de otro grupo de personas sin diagnóstico de autismo, se aprecia que la capacidad intelectual es la variable que más influye sobre el rendimiento cognitivo. Esta influencia también está presente en las manifestaciones centrales del autismo, como la socialización y comunicación. La calidad de vida de las personas evaluadas no está influida de modo determinante por ninguna otra variable.  

En los próximos meses presentaremos los resultados completos de este estudio, que es especialmente relevante porque nos permitirá hacer una caracterización detallada del estado de salud, perfil cognitivo y calidad de vida de las personas autistas de más edad de nuestro país, de las cuales no hay mucha información disponible. También contribuirá a explicar la influencia del perfil cognitivo de las personas autistas sobre su proceso de envejecimiento. Todo ello podrá servir como base para hacer recomendaciones sobre los apoyos y prácticas que promuevan la calidad de vida de las personas autistas en proceso de envejecimiento.