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Claves para mejorar la atención sanitaria que reciben las personas con autismo

  • En el Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal, Autismo España recuerda que es fundamental promover la detección precoz del TEA, el acceso de las personas con autismo al sistema sanitario y el cuidado de su salud mental y bienestar emocional.

La vigilancia desde el sistema sanitario, especialmente desde atención primaria, y la respuesta precoz a las señales indicativas del trastorno del espectro del autismo (TEA) son garantía para que las personas en el espectro puedan recibir apoyos de calidad y acceso a intervenciones especializadas a lo largo de toda la vida. Para ello, es imprescindible que, previamente, se produzca una adecuada detección de señales de alerta y se facilite el acceso a un diagnóstico clínico formal. 

Asimismo, resulta esencial la promoción y seguimiento del estado de salud de las personas en el espectro. En este sentido, la investigación señala que las personas con TEApresentan un peor estado de salud que aquellas que no presentan esta condición, siendo más agravada en mujeres. Por un lado, presentan comorbilidades médicas con más frecuencia que la población general, así como comorbilidades con trastornos psiquiátricos que afectan a su bienestar físico y emocional y, por tanto, a su calidad de vida. Estos problemas parecen incrementarse con la edad. 

Además, es imprescindible mejorar la atención sanitaria que reciben los hombres, mujeres, niños y niñas con TEA, que continúa siendo compleja por varias razones: 

  • las características propias del trastorno pueden dificultar la percepción de los síntomas y su comunicación, 
  • las instalaciones y la organización de los sistemas sanitarios no están adaptados a la prestación de servicios a este grupo de personas, 
  • los profesionales no cuentan con formación y recursos específicos. 

Por todo ello en el Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal, Autismo España reivindica que es fundamental promover:  

  • la detección precoz del TEA, incluyendo la perspectiva de género en los protocolos de detección 
  • el acceso de las personas con autismo al sistema sanitario, con los ajustes necesarios que garanticen la igualdad de condiciones 
  • el cuidado de la salud mental y del bienestar emocional tanto de las personas con TEA como de sus familiares.