“Entre todos, podemos lograr que las personas con autismo tengan una vida lo más independiente posible”
- Compartimos el testimonio de Javier Velasco, que comenzó como voluntario y se ha formado para ser asistente personal especializado en TEA.
- “Es un orgullo ver que se pueden lograr grandes cosas con las personas con autismo”.
Las personas con autismo precisan apoyos específicos y especializados que se adapten a cada etapa de su ciclo vital.
Entre estos apoyos, se encuentra la figura del Asistente Personal. Son profesionales especializados/as que acompañan a una persona autista para ayudarle a desenvolverse en las actividades de su día a día. El objetivo de este acompañamiento es que la persona con TEA adquiera aquellas habilidades y aprendizajes que le necesite para poder llevar una vida lo más independiente y autónoma posible.
Compartimos el testimonio de Javier Velasco, asistente personal especializado en trastorno del espectro del autismo
Soy Javi, ApTEA especialista
Para empezar, no sabía nada en absoluto del espectro autista. Solo tenía la visión de personas que no hablan, chillan y a veces son agresivas.
Un buen día comencé a hacer voluntariado inclusivo y, los primeros días, noté que había personas distintas. Marcos es distinto a los demás; no hacía nada asignado, no respondía a su nombre, se metía cosas en la boca… Lógicamente, pensé: “uf”.
Con el paso de los días, me formé en ApTEA (Asistente Personal especializado en TEA) y el “mundo azul”. Y vi que se puede. Que, con esfuerzo, se logra todo. Y que, tal vez, las personas buscan un mundo maravilloso, pero las personas con autismo lo son…
Entre todos, podemos lograr que tengan una vida lo más independiente posible y lograr su inclusión en la sociedad.
Actualmente, como ApTEA, es un orgullo ver que se pueden lograr grandes cosas con las personas con autismo. Por ejemplo, Judith, 15 años, TEA grado 2, tenía problemas de concentración, memoria y ansiedad en el instituto. Incluso el ciclo menstrual no lo entendía. Juntos diseñamos pictogramas, esquemas, juegos. Y, con apoyo y paciencia, se logró el objetivo. Cambió a mejor. Ahora, Judith es mi mariposa azul. Yo no soy su ApTEA, me dice “mi amigo”.
Era un reto y se ha conseguido.