«Gracias a mi hijo, he descubierto una forma diferente de ver el mundo, más auténtica, más pura»
- Compartimos el testimonio de Ayatima Báez, madre de un niño con autismo.

TESTIMONIO DE AYATIMA BÁEZ
«Mi historia con el autismo: el camino con mi hijo»
Cuando mi hijo tenía apenas dos años, recibí la noticia más dura de mi vida: tenía autismo. Fue un momento de muchísima confusión, miedo y soledad. Estaba sola, sin una pareja que me acompañara, pero afortunadamente contaba con el apoyo incondicional de mi madre y mi abuelo, que estuvieron a mi lado desde el primer día.
Los primeros años fueron muy difíciles. Ver cómo otros niños lo rechazaban o se apartaban de él me partía el alma. Había cumpleaños a los que no lo invitaban, juegos en los que no lo incluían y, cada vez que tenía una rabieta en público, las miradas juzgonas me caían como puñales. La gente no entendía. No sabían lo que era una sobrecarga sensorial, no sabían lo que pasábamos en casa para poder salir a la calle con un poco de calma.
He llorado muchas veces en silencio, pero también he aprendido a ser más fuerte de lo que nunca imaginé. Gracias a mi hijo, he descubierto una forma diferente de ver el mundo, más auténtica, más pura. Él me ha enseñado a tener paciencia, a celebrar pequeños logros como grandes victorias y a luchar cada día con más fuerza por su bienestar y su felicidad.
Hoy quiero compartir mi historia para dar voz a muchas familias que, como la mía, atraviesan un camino lleno de retos pero también de amor inmenso. Porque el autismo no es el fin, es solo el comienzo de una historia diferente, igual de valiosa, igual de hermosa.