Testimonio de madre de niña autista: «Mi mayor alegría será ver que mi hija sea independiente y se valga por sí sola»
- Decidimos dejar casa, familia, trabajo y venir a España, para poder ayudar a mi hija y que pudiera mejorar.
- Llevamos casi 2 meses y ella ya está estudiando, y soy la madre más feliz porque tiene una hermosa y paciente tutora y un grupo de personas que le acompañan.
Qué importante es disponer de los apoyos y servicios especializados que un niño o niña diagnosticado de autismo necesita para avanzar en su desarrollo y mejorar su calidad de vida y la de su familia. Así nos lo cuenta Ángela, la madre una niña de 3 años diagnosticada de autismo, que dejó su Perú natal para venir a España y que su hija pudiera acceder a los apoyos que necesitaba.
Testimonio de Ángela, mamá de una niña con autismo
Soy Ángela, de 42 años, madre soltera de una niña de 3 años diagnosticada de TEA. Somos peruanas, de la provincia de Tambopata, en Madre de Dios.
Nuestra historia empezó cuando, a punto de cumplir los 2 años, mi hija dejó de hablar y de comer. Se aislaba. Eran signos que hacían ver que algo no estaba bien. Entre tanto investigar tenía el nombre de “autismo” en la cabeza, pero donde vivo conseguir un neurólogo es casi imposible. Tuve que viajar para que le hicieran las pruebas que confirmaran o descartaran el diagnóstico.
Cuando le diagnosticaron TEA comencé a hacerme muchas preguntas que no tenían respuestas. Pero finalmente pude asimilarlo y ponerme fuerte en pocos meses para ayudar a mi hija. Instruí a mi propia familia sobre el autismo para poder recibir apoyo. En pocos meses, ellos ya entendían y yo, queriendo ayudar a mi hija, me apunté a varios talleres virtuales y así entré a unos grupos de chat de mamás con niños con autismo. Es ahí donde leo testimonios de mamás de Europa o de Estados Unidos, que comparten las terapias que les daban mejor resultado. Perú no invierte en salud ni en educación, como lo hacen otros países.
Así fue como decidimos dejar casa, familia, trabajo… todo por venir a esta hermosa tierra, España, para poder ayudar a mi hija y que pudiera mejorar. La verdad, qué padre no haría eso por sus hijos. Llevamos casi 2 meses y ella ya está estudiando, y soy la madre más feliz porque tiene una hermosa y paciente tutora y un grupo de personas que le acompañan. Desde el primer día me dieron la mano para poder matricular a mi hija. Tengo fe en que acá todo mejorará, a pesar de que pueda llorar todas las noches porque estamos solas y no tenemos amigos ni a nuestros seres queridos a nuestro lado.
Pero así es, nadie dijo que esto sería fácil. Pero Dios es grande y sé que esto pasará. Porque mi mayor alegría será ver que mi hija sea independiente y se valga por sí sola. Y sé que sucederá, tengo mucha fe en que sí.
Amén.