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17.01.2019 Tal Como Somos

«Ser TEA es sinónimo de fuerza, valentía y lo más importante, es sinónimo de ser único»

Testimonio de madre de niña autista

Laura Banda es la hermana de Rorro, un chico de 18 años con TEA que estudia un PCPI (Programa de Cualificación Profesional Inicial) en carpintería.

A continuación compartimos el precioso relato que ha escrito sobre su hermano y sobre la magia que, asegura, desprenden las personas con trastorno del espectro del autismo:

Mi otro “mundo”

Miro…Veo sillas, veo una estantería con libros, veo una chimenea al fondo, una alfombra, una estantería con fotos, un reloj de tic tac y un televisor de última generación…Deduzco: es un salón. De repente, un ruido de unos pasos que se acercan y suena una voz: “¡Por fin estás aquí!”

La miro, busco en mi almacén fotográfico mental y… ¡bingo! Es mi tía tercera por parte de padre, a la cual debo dar la mano mientras respondo cordialmente un “¡Hola Ana!”. Mientras, he de poner gesto de agrado en mi rostro.

Ana es mi tía tercera por parte de padre. Es una mujer distinta al resto de la familia. Ella es artista y le encanta pintar cuadros. Es para mí como una clienta, ya que siempre me pide marcos de madera con etiquetas para sus cuadros.

¡Ah, sí! Me presento. Soy Rorro, estudiante de PCPI (Programa de Cualificación Profesional Inicial) en carpintería. Vivo en Barcelona y tengo 18 años, 5 meses y 12 horas con 5 minutos y 3 segundos… ahora 4, 5, 6… Bueno, la verdad es que la gente dice que soy peculiar. Los demás intentan entender que llevo un pequeño artista en mi interior y en muchas ocasiones me halagan y, en otras… en otras, intento entenderlos yo a ellos. La gente, cuando ve mis obras de madera, me dice: “¡Pero vaya manos tienes!”. Y yo pienso… ¿manos? Si ven mi marco, perfectamente tallado con una sierra de 12mm de grosor, pintado con pintura Tintalux, con número de serie L19915, ¿por qué me dicen que “vaya manos tengo”? ¿Mis manos? ¿Qué les pasa a mis manos? “Yo las veo igual que las suyas”, respondo, a lo que ellos se echan unas risas, y siguen curiosos mirando.

Como Ana también es artista, me entiende a la perfección: dice que no comprende a la gente y que, por eso, pasa largas horas pintando, porque le relaja imaginar y decorar sus fotografías mentales. Dibuja diferentes elementos que tiene en su almacén mental. Es así como ha conseguido tener todo un sótano lleno de cuadros al que hemos apodado “almacén fotográfico mental” (AFM). Gracias a sus dibujos, yo aprendo miles de situaciones. La última que aprendí fue cómo era la cara que debía poner cuando la gente veía mis obras de arte y me decían “¡vaya manos tienes!”. Es una cara de sonrisa como cuando ves algo muy gracioso, aunque a mí no me parezca gracioso.

Gracias a Ana, he conseguido hacer una web donde muestro fotografías del AFM y de mis marcos. Así, la gente podrá empezar a conocer lo que hago. Y yo podré seguir diciendo lo que he aprendido a decir: “Lo que mueve mi vida es la carpintería”. Lo que mueve mi vida… es curiosa esta frase. Aún no entiendo por qué mi hermana me la dice cada vez que me ve hacer mis marcos. Incluso la dice cada vez que la gente le pregunta por su trabajo. Si la vida no se puede mover… ¿Por qué ella dice que “ellos son los que mueven mi vida”?

Un día, antes de aprender y copiar su frase, le pregunté el por qué su vida se movía teniéndome a mí, y el grupo de su trabajo… y me respondió:

– “Mira Rorro, cuando digo que lo que mueve mi vida eres tú o lo que mueve mi vida son ellos, no me refiero a que la vida se mueva, sino a la sensación de impulso que siento por dentro. Porque es una sensación de fuerza por luchar día a día y por comprender vuestra magia».

– “¿Magia? Si yo no soy mago.., le respondí.

– “Magia porque todas las personas TEA tenéis algo especial, no hay un TEA igual. Y eso te hace tener magia, te hace brillar en tu especialidad. Y tú mueves mi vida porque algún día espero poder entender, querer y sentir tal como vosotros lo hacéis. Ojalá, Rorro, la gente conociese más lo que un TEA es y por, suerte, siempre será. Porque se enamorarían de vuestra magia y el mundo se llenaría de buenos artistas, científicos, médicos… Por eso, tú y ellos movéis mi vida. Porque, poco a poco, la gente no se asustará al decir “mi hermano es TEA”. La gente comprenderá que un TEA no es sinónimo de Sheldon Cooper, ni sinónimo de genio. Ser TEA es sinónimo de fuerza, valentía y, lo más importante, es sinónimo de ser único».

 

Laura Banda

(Para mi hermano, un TEA carpintero único y especial)

Autismo España no se hace responsable de las opiniones vertidas que se emitan en esta sección puesto que son de carácter personal, y no necesariamente reflejan la posición de Autismo España.