«El Proyecto Rumbo simboliza la expresión máxima del establecimiento de alianzas entre entidades de la discapacidad»
- Hablamos con Anxo Queiruga, presidente de COCEMFE, entidad líder del proyecto Rumbo, galardonado por Autismo España con uno de los premios "Amigos del autismo 2024".
- "Los resultados del proyecto Rumbo van a ofrecer muchas alternativas a la actual cartera de servicios dirigida a personas con discapacidad".
El Proyecto Rumbo acaba de ser galardonado por Autismo España con uno de los premios “Amigo del Autismo 2024”, un reconocimiento a esta importante iniciativa colaborativa, liderada por COCEMFE, en la que participan un total de 22 entidades del sector de la discapacidad, entre ellas, la propia Confederación. El objetivo principal de este ambicioso proyecto es impulsar el diseño de modelos innovadores de apoyo a la autonomía personal, la vida independiente y la participación social de personas con discapacidad.
Anxo Queiruga Vila, presidente de COCEMFE, fue el encargado de recoger este premio en nombre del Proyecto Rumbo, durante el acto institucional que Autismo España celebró en el Congreso de los Diputados el pasado 3 de abril para conmemorar el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo 2024.
Hemos hablado con él para conocer lo que ha supuesto este reconocimiento y poner en valor este ambicioso proyecto. «Todos los premios son importantes porque en cierta manera significan la recompensa a un trabajo realizado, pero hay que decir que este es súper especial. En primer lugar, porque proviene de una entidad del ámbito de la discapacidad; siempre se habla del establecimiento de alianzas, pero yo creo que el Proyecto Rumbo simboliza la expresión máxima del establecimiento de alianzas entre entidades de la discapacidad. Y en segundo lugar, porque este proyecto tiene una enorme dificultad y, con mucho sacrificio, empeño, responsabilidad y determinación, estamos siendo capaces de desplegar un trabajo colaborativo para conseguir un mayor impacto y transformación social en favor de las personas con discapacidad», asegura Anxo Queiruga.
(El presidente de Autismo España, Miguel Ángel de Casas, junto a Anxo Queiruga, presidente de COCEMFE, y el resto de representantes de las 22 entidades premiadas en el marco del proyecto Rumbo: COGAMI, COCEMFE Castilla y León, COCEMFE Aragón, Aspace, Aspace Galicia, Aspace Castilla y Léon, FEPCCAT, Aspace Aragón, Aspace Andalucía, Confederación Autismo España, Federación Autismo Galicia, Federación Autismo Castilla y Léon, Federació Catalana d’Autisme, Federación Autismo Andalucía, FEDACE, FEGADACE, FANDACE, Impulsa Igualdad, Impulsa Igualdad Castilla y León, ECOM Cataluña y CODISA-Impulsa Igualdad Andalucía)
El papel del proyecto Rumbo en la nueva Estrategia de Desinstitucionalización
El proyecto Rumbo es uno de los 20 proyectos piloto que se han puesto en marcha para recabar toda la información necesaria para diseñar la nueva Estrategia de Desinstitucionalización, en la que se encuentra trabajando el Gobierno de España con el objetivo de impulsar el desarrollo de los servicios comunitarios y la transformación del modelo de apoyos y cuidados, poniendo en el centro los derechos y el proyecto de vida de cada persona.
Preguntado por el papel del proyecto Rumbo en el diseño de esta estrategia, Anxo Queiruga asegura que todos «los aprendizajes, experiencias y resultados se están poniendo a disposición del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 para que puedan formar parte de la nueva Estrategia de Desinstitucionalización en España. El proyecto Rumbo es muy importante para el despliegue de la Estrategia, porque puede aportar todo aquello que está funcionando con los colectivos que representamos cada una de las entidades que participamos en el mismo, pero también, sirve para desechar aquellas prácticas que han sido probadas y no funcionan», sostiene el presidente de COCEMFE.
En relación con el despliegue de la Estrategia de Desinstitucionalización, Queiruga añade que espera que suponga «un cambio de paradigma en la manera en que concebimos la independencia y la calidad de vida para las personas con discapacidad y, por lo tanto, se conciba un sistema que tenga en cuenta sus necesidades y preferencias y por supuesto, esté dotado económicamente para que pueda llevarse a cabo».
En este sentido, asegura que el cambio principal que se necesita es «que se conciba a la persona en el centro del sistema y sea la persona la que pueda diseñar su modelo de vida, en función de sus necesidades, preferencias y deseos. Tenemos que poner a disposición de las personas un conjunto de recursos y prestaciones, flexibles, compatibles entre sí y que sean capaces de incorporar todos los avances e innovaciones tecnológicas que ofrece el mercado».
Por eso, asegura Queiruga, «es fundamental que se tengan en cuenta los resultados que vamos a poder ofrecer desde el Proyecto Rumbo, porque va a ofrecer muchas alternativas a la actual cartera de servicios dirigida a personas con discapacidad».