“No tuve ninguna dificultad durante el viaje en avión. Tampoco dormí nada por la emoción de querer aprovechar cada instante”
Hace unos días recibimos en Autismo España la visita de Alfredo y de su madre. Alfredo es un joven costarricense de 21 años al que le encantan los aviones. Según nos contó, le han llamado la atención desde pequeño, porque le impresionan por su tamaño y le hacen sentir “emocionado y feliz”.
Esta emoción ha sido aún mayor al viajar a España desde su país natal, Costa Rica, una experiencia tan gratificante que ha querido disfrutar al máximo, estando despierto las 9 horas y media que dura el vuelo.
A continuación compartimos el “diario de viaje” que nos dejó por escrito de esta experiencia. Un relato en el que también demuestra su amplio conocimiento sobre distintos tipos aviones y anima con esta lectura a que se sepa saber más sobre alguno de ellos:
“Viaje rápido a Madrid, España” por Alfredo I. Capiello
En el aeropuerto de San José, Costa Rica (SJO) Juan Santamaría International Airport estaba con mi mamá esperando el avión para viajar a Madrid con escala en Bogotá. Mientras esperábamos compartimos un Cinnamon Roll, tomamos agua y aprovechamos para ir al baño. Cuando abordamos el Airbus A319 fue muy emocionante porque, aunque era un avión pequeño, era bello tanto por fuera como por dentro: sus ventanas, los asientos, las pantallas de vídeo y era muy cómodo.
Al llegar al aeropuerto El Dorado de Bogotá (BOG) en el Airbus A319 disfruté de lo bellísimo que era. Estuvimos ahí por un buen rato mientras esperábamos al avión de conexión. Pasamos por el Duty Free a comprar un chocolate de leche Cadbury Travel Edition. Comimos un pedazo y el resto lo guardamos para más tarde en el avión hacia Madrid.
Cuando abordamos el Boeing 787-8 Dreamliner era demasiado bello por dentro: muy grande, con unas ventanas bellísimas y grandísimas que se podían poner más oscuras que la luz del día o aclararlas otra vez a través de un botón dividido en dos mitades que era de goma suave. Tenía 5 intensidades o tonos para oscurecerlas. Las turbinas eran bellas también porque tenían unos spikes por detrás que hacían que hubiera menos turbulencia y tenía otras funciones muy interesantes que comparto a través del siguiente link: https://www.aerotendencias.com/actualidad-aeronautica/5184-estas-son-lasventajas-de-volar-en-el-boeing-787-dreamliner/
Durante el vuelo nos dieron de comer, vimos películas y comimos más chocolate de leche Cadbury.
Cuando llegamos al aeropuerto internacional Adolfo Suárez, Madrid- Barajas (MAD), nos fascinó por lo bello y gigante que era. Nos encontramos a nuestros ídolos del programa de Natgeo “Alerta Aeropuerto Madrid Barajas”.
Luego continuamos nuestro viaje hacia el hotel y llegamos perfecto.
