La participación social del alumnado con autismo, clave para una educación de calidad
El derecho a una educación inclusiva de calidad, desde la educación infantil hasta la universidad, para el alumnado con trastorno del espectro del autismo (TEA), ha sido el eje central del Congreso Internacional “Participación social y educación inclusiva: aprendiendo de las experiencias de alumnado con TEA y de sus familias”, organizado por la Universidad Autónoma de Madrid.
Y es que el alumnado con TEA es especialmente vulnerable y presenta un mayor riesgo a ser excluido de la participación social en el contexto escolar y de verse expuesto a situaciones como el acoso escolar. Por ello es fundamental cuidar el clima del aula y de todo el entorno educativo, para garantizar que todo el alumnado participe en igualdad de condiciones.
Participación de Autismo España
Garantizar una educación de calidad, específica y con ajustes personalizados para cada alumno/a con TEA es una de las principales reivindicaciones de Autismo España. Por ello, hemos participado en este Congreso con dos comunicaciones, en las que presentamos las conclusiones de dos estudios propios relacionados con el ámbito educativo y de salud:
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El bienestar emocional del alumnado con TEA tras la vuelta a las aulas. El estudio pone de manifiesto que el regreso a las aulas para el alumnado de educación primaria ha repercutido positivamente en la regulación emocional, interacciones sociales y estado anímico (disminución de la tristeza, aumento de actividad…). Sin embargo, y en función de la perspectiva profesional, parece que en el caso de los/as adolescentes no existe una asociación clara respecto al beneficio que ha podido suponer la vuelta a las clases presenciales para el bienestar emocional.
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articipación de estudiantes con TEA en entornos educativos: percepciones de estudiantes, familiares y profesionales. El alumnado con TEA, sus familias y el equipo de profesionales del ámbito educativo identifican barreras y facilitadores que influyen en la participación en el contexto educativo de los y las estudiantes con autismo. El estudio revela que la mayor parte del alumnado está satisfecha con la educación que recibe, así como con su profesorado y compañeros/as. Sus familias coinciden con esta perspectiva, pero su nivel de satisfacción es más bajo que el de sus hijos e hijas. Asimismo, existen diferencias significativas con el resto de alumnado sin TEA en cuestiones que implican relaciones interpersonales y de amistad, como la participación en recreos o actividades con iguales fuera del contexto escolar.
