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Glutatión y autismo

  • El glutatión es un antioxidante de las células. Los estudios realizados no pueden demostrar una relación directa con los signos del autismo.
  • Las prácticas sin evidencia científica suponen un grave perjuicio para las personas con autismo y sus familias, ya que les generan falsas expectativas y pueden poner en grave riesgo su salud.
  • Las únicas intervenciones recomendadas para el abordaje del autismo son de carácter psicoeducativo y deben basarse en la mejor evidencia científica disponible, incorporando tanto el criterio profesional experto como los intereses, prioridades y derechos de las personas autistas.
Dos personas sentadas en un banco con un sanitario

Desde Autismo España hemos tenido conocimiento de que se está promocionando Immunocal®️, un nutriente canadiense supuestamente avalado científicamente como beneficioso «en el tratamiento y la medición de mejoras en los rasgos de comportamiento de personas con autismo”, según la empresa que lo comercializa. Por ello, nos vemos en la obligación de insistir, una vez más, en que el autismo es una condición del neurodesarrollo cuyo origen tiene una fuerte implicación genética y no es posible «curarlo» o «revertirlo».

El glutatión es un tripéptido constituido por los aminoácidos glutamato, cisteína y glicina. Se trata del principal antioxidante de las células. Los estudios que han investigado la relación entre los suplementos nutricionales que aumentan el glutatión y los signos del autismo, tienen muchas limitaciones y tienen pocos resultados.

Según el informe técnico realizado por el Centro Español de Autismo estos estudios «tienen muchas limitaciones como para recomendar estos suplementos a las personas con autismo sin una justificación médica» y por este motivo «no se recomienda la toma de complementos nutricionales destinados a aumentar los niveles de glutatión para modificar los signos del autismo».

A día de hoy, las únicas intervenciones recomendadas para el abordaje del autismo, tanto a nivel nacional como internacional, son de carácter psicoeducativo y deben basarse en la mejor evidencia científica disponible, incorporando tanto el criterio profesional experto como los intereses, prioridades y derechos de las propias personas en el espectro del autismo y sus familias. Estas prácticas ponen especial énfasis en el desarrollo comunicativo y social, en la promoción de aprendizajes significativos para la vida de la persona, y en el apoyo comunitario que la persona precise, así como en la generalización de los aprendizajes a todos los contextos en los que se desenvuelve.

Es importante trabajar con profesionales con experiencia en el abordaje del autismo para desarrollar planes de tratamiento individualizados que tengan en cuenta las necesidades y características únicas de cada persona. Además, es posible que sea necesario un enfoque multidisciplinar en el que diferentes profesionales trabajen juntos para proporcionar la mejor atención en cada caso.  

Las principales recomendaciones al respecto, quedan recogidas también en esta guía breve en lenguaje claro sobre ‘Nutrición y autismo. El Glutatión y los suplementos nutricionales’ .

Las prácticas sin evidencia científica suponen un grave perjuicio para las personas con autismo y sus familias, ya que les generan falsas expectativas y pueden poner en grave riesgo su salud.