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«El movimiento asociativo es clave para defender derechos, visibilizar necesidades y promover cambios estructurales»

  • Hablamos con Concepción Siles, presidenta de la Asociación Mírame, con motivo del 15 aniversario de la entidad.
  • "Hemos contribuido a que Granada sea más consciente, más inclusiva y más respetuosa con la diversidad."
  • "Es fundamental seguir trabajando en la detección y el diagnóstico precoces, en garantizar una atención temprana de calidad y en lograr una inclusión educativa real con los apoyos necesarios. También en la inserción laboral en igualdad de oportunidades y en el derecho a una vida independiente y digna".
Primer plano de Concepción Siles, presidenta de Mírame

La Asociación Mírame nació en 2010 con el objetivo de promover el bienestar y la calidad de vida de las personas con autismo y sus familias residentes en la provincia de Granada. Concepción Siles, presidenta de la entidad, hace un balance «profundamente positivo» de esos 15 años de trabajo. «Nacimos con un pequeño grupo de familias que buscaban apoyos reales y hoy somos una entidad consolidada, reconocida de utilidad pública desde 2021. Hemos acompañado a cientos de personas con autismo en su desarrollo vital y a sus familias en momentos decisivos, ofreciendo apoyos adaptados a cada etapa: desde la detección temprana, la inclusión educativa, el ocio y la vida adulta. Pero, sobre todo, hemos contribuido a que Granada sea más consciente, más inclusiva y más respetuosa con la diversidad», asegura orgullosa.

Preguntada por cómo ha evolucionado la percepción del autismo en la sociedad granadina en estos años, Concepción Siles afirma: «Hemos avanzado mucho en desmontar mitos. Hoy la ciudadanía entiende mejor que el autismo no es una enfermedad, sino una forma diferente de procesar el mundo. Poco a poco se ha ido superando la imagen de aislamiento y se reconoce que las personas con TEA sienten, se comunican, tienen talento y aportan valor a la sociedad. La ciudadanía conoce mejor su diversidad, aunque todavía queda camino para lograr una inclusión plena y real».

En este sentido, sostiene, «es fundamental seguir trabajando en la detección y el diagnóstico precoces, en garantizar una atención temprana de calidad y en lograr una inclusión educativa real con los apoyos necesarios. También debemos avanzar en la inserción laboral en igualdad de oportunidades y en el derecho a una vida independiente y digna. Todo ello requiere recursos estables, coordinación institucional y una sociedad más consciente y accesible».

«Trabajamos con cada persona en sus entornos cotidianos, para reforzar la comunicación, la autonomía y la interacción social»

La Asociación Mírame cuenta en la actualidad «con 271 socios numerarios activos y un equipo de 32 trabajadores especializados en diferentes áreas (psicología, pedagogía, logopedia, educación, deporte, trabajo social, administración…). A este núcleo profesional se suma un grupo estable de personas voluntarias que refuerzan las actividades y nos permiten ampliar nuestro alcance», nos cuenta su presidenta, que añade: «En los distintos programas se atiende a un número considerable de usuarios; por poner algún ejemplo, unos 60 en inclusión educativa, unos 55 en escuela de verano o 138 en el programa de intervención en entornos naturales. Todo esto evidencia una necesidad real y no satisfecha por los poderes públicos de recursos y medios».

Por ello, Mírame presta esos servicios a las personas con autismo, partiendo de una intervención especializada en contextos naturales. «El objetivo es que los aprendizajes sean funcionales y útiles en la vida diaria. Trabajamos con cada persona en sus entornos cotidianos —casa, colegio, espacios comunitarios— para reforzar la comunicación, la autonomía y la interacción social […] siempre con programas individualizados y basados en la evidencia científica. Así, las habilidades adquiridas son útiles y funcionales en la vida diaria», asegura Siles. Ejemplo de ello es el programa de habilidades sociales y conversacionales, puesto en marcha por la entidad a finales del año pasado. «Las personas participantes han mejorado su capacidad para iniciar y mantener conversaciones, expresar emociones y compartir intereses. Además, el formato grupal fomenta la empatía, el compañerismo y la motivación, y favorece la creación de vínculos sociales», explica Concepción Siles.

Por lo que respecta al ámbito educativo, Mírame presta apoyos al alumnado con autismo en el ámbito escolar porque, asegura su presidenta, «la atención al alumnado con autismo es deficitaria. No hay una figura de apoyo que se adapte a las necesidades específicas del autismo, al menos en Andalucía. Estamos demandando tales recursos pero, mientras se dotan, a través de nuestro programa de inclusión, nuestros hijos e hijas pueden recibir apoyo en el aula mediante la figura de un voluntario, que acompaña al alumno o alumna en el aula. Se trata de orientar al profesorado, adaptar materiales y asegurar que los niños y niñas participen de forma activa en la vida escolar, siempre en igualdad de oportunidades. Al menos hasta ahora ha sido así, porque el programa se enmarca en un convenio entre la Federación Autismo Andalucía y la Junta de Andalucía. Este convenio ha cambiado en 2025, reduciendo notablemente las funciones del voluntario en el aula, funciones que, como dije, no se prestan de forma suficiente por ninguna figura de las figuras de apoyo contempladas en la regulación. Seguimos luchando por conseguir los recursos necesarios».

Las personas adultas con autismo usuarias de la Asociación Mírame pueden acceder a Unidades Integradas en la Comunidad para trabajar habilidades prelaborales encaminadas al desarrollo de una vida independiente. Según explica Concepción Siles, «el objetivo es prepararlos para acceder al empleo y para avanzar en una vida lo más independiente, plena y satisfactoria posible. Ofrecerles herramientas formativas y ocupacionales de forma diferente, más flexible que el apoyo que se pueda dar en un centro de día. De manera muy resumida, se trata de un grupo de usuarios (máximo 6) con monitores que, en horario de mañana, desarrolla actividades principalmente ocupacionales y de desarrollo personal en el entorno comunitario. Dado que el número de nuestros usuarios que van alcanzando la mayoría de edad aumenta, prevemos que la demanda irá creciendo. Entendemos que es un programa muy valioso ante la oferta tan restringida de apoyo que hay conforme la persona autista crece».

Si hablamos de los servicios que presta Mírame, mención especial merece el de ocio y tiempo libre. «El ocio inclusivo es uno de los pilares de Mírame», afirma Siles, «porque entendemos que disfrutar del tiempo libre y compartir experiencias es esencial para el bienestar. Organizamos actividades de ocio de fin de semana que permiten a niños, jóvenes y adultos con TEA participar en salidas y encuentros en un entorno seguro e inclusivo. Cada grupo decide, con el apoyo necesario, en qué consistirá la próxima quedada (cine, bar, actividad cultural…). Las actividades se desarrollan en la comunidad, en entornos compartidos con todo el mundo, con todos, como todos. Cuatro veces al año, además, los chicos y chicas que así lo desean se van de campamento, a la sierra, a la playa… Disfrutan muchísimo con este programa». En el ámbito del deporte, explica la presidenta de Mírame, «mediante nuestro programa de deporte individualizado, no se trata solo de “hacer ejercicio”, sino de diseñar actividades deportivas adaptadas a las capacidades, intereses y necesidades de cada persona. Esto permite trabajar aspectos motores, mejorar la coordinación y la salud física, pero también tiene un gran impacto en el plano emocional y social».

«Las familias son el corazón de la asociación. Y el voluntariado es esencial»

El autismo no impacta solo en la persona que lo presenta, sino también en todo su núcleo familiar. Preguntada por cómo apoyan a las familias desde Mírame, su presidenta no duda en afirmar que las «familias son el corazón de la asociación. Les ofrecemos un servicio de acogida para las primeras orientaciones tras el diagnóstico, escuelas de padres para compartir conocimientos y estrategias, talleres de apoyo emocional “de familia a familia” y convivencias que fortalecen redes de apoyo. También ofrecemos mediante convenios con gabinetes de psicología y con despachos de abogados asistencia psicológica y legal. Queremos que ninguna familia se sienta sola y que siempre tengan un lugar al que acudir».

Junto con las familias, una parte fundamental de Mírame son las personas voluntarias. «El voluntariado es esencial», asegura Concepción Siles. «Las personas voluntarias aportan entusiasmo, compromiso y cercanía. Nos ayudan a ampliar actividades, llegar a más familias y diversificar apoyos. Sin ellas no podríamos ofrecer los programas de respiro, inclusión, escuela de verano… ni organizar eventos de visibilidad como la Carrera Azul. Aprovecho para agradecer de corazón la labor que llevan a cabo».

«El movimiento asociativo es clave para defender derechos, visibilizar necesidades y promover cambios estructurales»

Como entidad socia de la Federación Autismo Andalucía y de la Confederación Autismo España, la Asociación Mírame valora «de forma muy positiva» el trabajo del movimiento asociativo en la defensa de los derechos y la igualdad de oportunidades de las personas autistas y sus familias. Así, su presidenta asegura que el movimiento asociativo «es clave para defender derechos, visibilizar necesidades y promover cambios estructurales». Y añade:  «Gracias a la unión de entidades como la nuestra en redes autonómicas, estatales e internacionales, las personas con TEA y sus familias tienen una voz más fuerte y una mayor capacidad de incidencia».