“La defensa de las personas con TEA no sería posible sin las asociaciones que cada día luchan por ello”
- Hablamos con Santiago Coll, presidente de la Asociación TEA Menorca, en el 15 aniversario de la entidad.
- "Nuestra labor está enfocada en la integración de las personas con autismo, tanto en el ámbito escolar, laboral y en la transición a la vida adulta".
- "Nuestra asociación intenta estar presente en la sociedad menorquina a través de jornadas, congresos y formaciones".
La Asociación TEA Menorca comenzó a trabajar en 2009 con el objetivo de proporcionar a las personas con autismo y a sus familias en Menorca los apoyos necesarios para mejorar su calidad de vida. “La asociación nació de la mano de tres familias que se encontraron solas y perdidas ante una administración, unas aulas excluyentes y una sanidad que no sabían cómo atenderles, ni cómo ayudar a sus hijos en sus tratamientos terapéuticos para así poder evolucionar en su formación”, asegura el presidente de la entidad, Santiago Coll, con quien hablamos con motivo del 15 aniversario de la entidad.
Preguntado por cómo ha evolucionado la percepción social del autismo en estos años, Santiago Coll sostiene que, “tras quince años, gracias a la labor de los responsables de TEA Menorca, se ha conseguido que las siglas TEA tengan un significado y que nuestra sociedad conozca su existencia. Ahora nuestro objetivo es que esta misma sociedad empiece a conocer y entender las características de este trastorno”. En este sentido, asegura, “nuestra asociación intenta estar presente en la sociedad menorquina a través de jornadas, congresos y formaciones. Nuestro trabajo a nivel escolar y a nivel sanitario ha hecho que este trastorno sea tenido en cuenta y se asuma con cierta normalidad”, poniendo especial énfasis en que “cada persona con TEA es diferente”.
“Nuestra labor se centra en el soporte a las familias”
En la actualidad, la Asociación TEA Menorca presta servicio a más de 70 familias, nos cuenta su presidente, que añade: “En cuanto a terapias, no estamos capacitados para ofrecérselas; para ello contamos con una Fundación para personas con discapacidad, que ofrece servicios de logopedia, habilidades sociales, psicología, etc. Desde Tea Menorca tan solo podemos ofrecer a los chicos algunos talleres y grupos de ocio, económicamente estamos totalmente desamparados, tan solo contamos con cuotas muy reducidas y algunas donaciones conseguidas con jornadas, desayunos o comidas solidarias”.
Estas actividades son fundamentales para sensibilizar sobre el autismo y avanzar en la participación social y la igualdad de oportunidades para el colectivo. Por ello, sostiene Santiago Coll, “nuestra labor está enfocada en la integración de las personas con autismo, tanto en el ámbito escolar, laboral y en la transición a la vida adulta. En mi opinión es el ámbito educativo en el que la futura sociedad puede convivir y asumir la existencia de personas como ellas, pero con diferentes capacidades. El ámbito laboral me parece importantísimo a partir de la finalización de la edad escolar. El sentirse capacitado y útil para desarrollar una labor es la base para el paso a su vida independiente”.
Por ello, asegura Coll, “el objetivo de la asociación es el de estar vigilantes para que sus derechos sean respetados en todos los ámbitos, tanto a nivel escolar y terapéutico, así como en el laboral y la vida independiente”.
“La reivindicación y la defensa de las personas con TEA no sería posible sin las asociaciones que cada día luchan por ello”
Como entidad miembro de la Confederación Autismo España, Santiago Coll valora de manera mu positiva el trabajo del movimiento asociativo del autismo en la defensa de los derechos de las personas autistas y sus familias. “La reivindicación y la defensa de las personas con TEA no sería posible sin las asociaciones que cada día luchan por ello”, sostiene. “Como en otros muchos ámbitos, la doble insularidad de Menorca complica aún más nuestro día a día en todos los ámbitos. En materia sanitaria, las limitaciones en cuanto al equipo de salud mental y a la educación, depende de la isla vecina y complica el seguimiento psicológico y psiquiátrico, obligando en muchos casos a acudir a profesionales privados. Esta singularidad hace mucho más difícil nuestro trabajo, de ahí que necesitemos más ayuda por parte de la confederación”.