Entrevista a Inocente Jiménez, presidente de la Asociación Desarrollo-Autismo Albacete
Continuamos conociendo el trabajo de nuestras entidades socias de la mano de sus presidentes. Inocente Jiménez nos acerca la labor de la Asociación Desarrollo-Autismo Albacete, entidad que este año celebra el 15 aniversario de su constitución.
ENTREVISTA A INOCENTE JIMÉNEZ, PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DESARROLLO-AUTISMO ALBACETE
¿Cuántas personas con TEA se estima que hay en Albacete? En su opinión, ¿cómo ha evolucionado la percepción que se tiene del colectivo en los 15 años que lleva trabajando la Asociación Desarrollo?
Resulta complicado hacer una estimación pues, como bien sabemos, hay muchas personas con TEA que o no pertenecen a la Asociación o están mal diagnosticadas, que o quizás están también en algún otro tipo de recurso. Sin olvidar aquellos que no saben que están dentro del rango del espectro del autismo. En la asociación estamos en torno a las 260 familias.
El conocimiento que la sociedad tiene sobre el trastorno ha mejorado notablemente. No en vano, recuerdo que los primeros años cuando realizábamos la cuestación para recaudar fondos e informar a la ciudadanía sobre el autismo, muchos nos miraban con extrañeza y un poco de recelo. Gracias a la incesante labor divulgativa, campañas, buen hacer y, por qué no decirlo, la gran implicación de nuestro personal y familias, hoy en día ya somos una entidad consolidada en el tejido asociativo de Albacete y provincia.
El conocer a personas que quieren ser y participar de todos los aspectos de la vida (deportivos, de ocio, culturales, de trabajo y de amistad) va calando cada vez más en la sociedad que nos circunda. A pesar de esta visión, todavía hay gran parte de la población que, sobre todo por desconocimiento, sigue pensando que las personas con autismo viven en su mundo y no son capaces de muchas cosas, que ciertamente se sorprenderían si las conociesen; por lo tanto, debemos seguir insistiendo en la labor de sensibilización.
Por lo que respecta a su ámbito de actuación, ¿en qué aspectos es más necesario incidir para conseguir la inclusión plena en la sociedad de las personas con TEA?
Sobre todo creo que en el aspecto de la educación. Estoy convencido de que, cuando las personas crecen sabiendo y aprendiendo que hay compañeros que tienen necesidades diferentes, será ese conocimiento lo único que hará que las personas con TEA sean ciudadanos de pleno derecho, disfrutando como cualquier niño, adolescente, adulto y anciano de todo lo que hay en la comunidad. Tenemos que lograr que la sociedad sienta a las personas con TEA como algo tan normal como el vecino que es rubio y alto, o el otro que es moreno y delgado, o aquél que su pasión es la música y va siempre abstraído con sus cascos. Todos somos iguales y todos somos diferentes.
A su amplia cartera de servicios se le sumará en septiembre un centro de día. ¿Era una demanda del colectivo de personas con TEA y sus familias?
Efectivamente. Al terminar el periodo escolar obligatorio, las familias encontraban un vacío. Lo primero por encontrarse de repente que, en Albacete, ni por lo público ni por lo privado, había sitios adecuados donde acudir. Todos sabemos que las personas con TEA necesitan un trabajo muy especializado y en edades muy tempranas es cuando más especialización necesitan.
Desde el año 2012 veníamos prestando el servicio de centro de día y, en septiembre, procederemos a cambiarnos de instalaciones, lo que va a suponer una mejora cualitativa muy importante, permitiéndonos prestar dicho servicio en condiciones óptimas. Actualmente, el servicio se presta a 30 personas con TEA, todas ellas plazas concertadas.
Puesto que las personas con TEA tienen los mismos derechos que los demás, hemos de luchar porque sus condiciones de vida les permitan disfrutar de la vida y tener unas condiciones lo más parecidas a las del resto de la población.
De un tiempo a esta parte ha empezado a darse importancia a un aspecto poco trabajado: la transición a la vida adulta de las personas con TEA. Y es que tendía a asociarse el autismo con la infancia, pero esos niños con TEA se hacen mayores y sus necesidades cambian. Su Programa WINGS va en esa línea. ¿Cuál es su objetivo y qué habilidades trabaja?
Por supuesto. Van creciendo y como cualquier otra persona cambian sus aspectos físicos, psíquicos y de necesidades. No olvidemos que el TEA es una condición que hace interpretar de manera diferente la percepción de nuestro entorno y elaborar respuestas también en muchos casos diferentes. Pero esto es así y la diferencia es la inflexibilidad y dificultades de moldeamiento que en ellos son más acuciadas. Por eso, necesitan un entrenamiento y constancia que nuestros profesionales y todos los que convivimos con ellos tenemos que realizar. De esta forma, el período complicado del paso de la niñez a la vida adulta, la pubertad y juventud, ellos la viven con todas las mismas incertidumbres, las ansias, los cambios, la rebelión, etc. Pero el esfuerzo que tienen que realizar es superior dada su condición, de ahí nuestro programa.
El objetivo del proyecto de transición a la vida adulta es proporcionar una herramienta educativa específica con el fin de mejorar la calidad de vida y facilitar el acceso al mundo laboral y social de adolescentes y jóvenes con TEA, entre 16 y 21 años, a través de cinco módulos formativos en los que se trabajan autonomía personal y autodeterminación, conocimientos instrumentales básicos y comunicación y expresión artística, utilizando los apoyos necesarios.
A través de un Programa educativo, que lleva a cabo metodologías y adaptaciones específicas para TEA, mediante cinco módulos formativos (autonomía personal; instrumentales básicas; comunicación y participación comunitaria; iniciación y cualificación profesional y habilidades funcionales para el mundo laboral. Este programa lo lleva a cabo un equipo multidisciplinar en coordinación continua y se desarrolla en cinco años, enmarcados en dos ciclos; actualmente, ofrece servicio a cinco personas y no tiene ningún tipo de financiación, por lo que son los padres y la entidad los que íntegramente lo sufragan.
En la Asociación Desarrollo también dan mucha importancia a la práctica deportiva y, en 2015, constituyeron un Club Deportivo, que está afiliado a la Federación de Deportes para Personas con Discapacidad Intelectual de Castilla La Mancha. ¿Cuántos/as chicos/as forman parte de este club y qué beneficios les aporta?
Así es. De todos es conocido los beneficios que para la salud reporta la práctica deportiva, a lo que hay que añadir, en nuestro caso, los beneficios que supone para nuestros chicos y chicas el participar en competiciones donde, de alguna manera, se “independizan”; es decir, son unos días en la competición donde se hospedan en hoteles independientemente de sus familias, donde disfrutan de ocio entre ellos y con otras personas sin la supervisión de los padres, donde salen a otras localidades fuera de las rutinas de los Centros, etc. añadiendo a esto la camaradería que se respira por formar parte de un grupo, un colectivo, un equipo que, además, obtiene éxitos deportivos (aunque para nosotros no sea esto lo más importante, sino lo que les he comentado anteriormente).
Los chicos y chicas que compiten de manera oficial son 22, aunque en las diferentes escuelas deportivas el número se eleva hasta los 60 – 65 chicos y chicas. Para nosotros es un orgullo poder, además, “presumir” de que, a pesar de ser la primera Asociación de Autismo que se Federa a nivel Regional, los resultados al día de hoy son magníficos, tanto en resultados deportivos como en resultados de cohesión de grupo.
Como entidad miembro de la Federación Autismo Castilla – La Mancha y de Confederación Autismo España, ¿por qué considera importante formar parte del movimiento asociativo del autismo?
A nadie resulta extraño que la unión hace la fuerza. El movimiento asociativo del autismo necesita, y creo que estamos en ello, que cada día más se visibilice que estamos ahí, que somos importantes y que, de manera creciente, vamos a ser parte actora de las decisiones que inciden en las personas con necesidades especiales. Porque seremos más fuertes ya no por el número de usuarios y asociaciones, que también, sino porque somos capaces de demostrar que se pueden hacer las cosas bien. Con esfuerzo pero bien, y debemos hacer que nuestros dirigentes nos tengan en cuenta como una parte fundamental en el desarrollo de la sociedad, influyendo en una mejor calidad de asistencia sanitaria, educativa, emocional, laboral y de calidad de vida. Son nuestros derechos y queremos ejercerlos.