Compartir

“Me siento feliz de trabajar en un lugar que se especializa precisamente en mi propia condición”

  • Compartimos el testimonio de Carlos, un joven mexicano diagnosticado de autismo.

TESTIMONIO DE CARLOS GARZA

Buenas tardes, reciban un cordial saludo.

Mi nombre es Carlos Antonio Garza Lara, tengo 28 años de edad, soy un joven diagnosticado con autismo y soy originario de uno de los países de Latinoamérica: México.

Primero que nada, les voy a platicar un poco acerca de mí.

Verán, soy una persona que, efectivamente, a los 2 años de edad fue diagnosticada con autismo (en ese entonces, era SEVERO) ya que, cuando cumplí 1 año, pronunciaba muy pocas palabras; es más, ni siquiera dije más de dos palabras y, de repente, dejé de hablar, y ya no lo volví a hacer hasta los 4 años. Por ello, a partir de esa edad, no sólo empecé a pronunciar algunas palabras, sino que también comencé a adquirir los primeros aprendizajes que son la lectura y la escritura.

Les platico que no he asistido a escuelas de educación especial, sino a centros ordinarios, y me he sentido completamente incluido y apoyado. A pesar de esta neurocondición, he logrado muchas cosas como no tienen idea.

Hace ya más de un mes comencé a trabajar en un lugar acorde a mi más reciente interés, que es el de la atención a las neurodiversidades; es un lugar que se llama Ingenio: Centro de Psicología Educativa. Lo que me encanta del lugar en el que ahora estoy trabajando es que las psicólogas que dirigen este centro y que me entrevistaron no sólo están informadas sobre lo que es el autismo, sino que además saben que el autismo está también presente en las personas adultas; igualmente, son conscientes de la importancia de la inclusión de las personas con TEA en todos los ámbitos sociales. Yo les di las gracias por haber llevado a cabo la inclusión laboral conmigo sin importar mi autismo. Es más, también me gustaría añadir que yo, como el autista que soy, me siento feliz de trabajar en un lugar que se especializa precisamente en mi propia condición.

El puesto que se me asignó es auxiliar de recepción, pero no importa, por algo se empieza. Ah, y me gustaría contarles algo interesante: a veces, cuando interacciono con algunos padres de familia, les digo que a soy autista y que estoy trabajando ahí mismo; entonces, los padres reaccionan positivamente, me dicen que eso les da muchísimo gusto, y más aún, porque se trata de alguien con TEA, y terminan deseándome mucho éxito en mi trabajo y en todo aquello que desee lograr. Tengan por seguro que también inspiraré y daré esperanza a los padres y a las mismas personas con autismo.

Me gustaría también dejarles un motivador mensaje para los padres y las madres de los niños y jóvenes con autismo que ustedes atienden y apoyan: “Apreciables señores padres de familia de España, les escribe una persona diagnosticada con autismo y, además, alguien orgullosamente mexicano. Cuando mis padres supieron de mi diagnóstico, en un principio sintieron angustia y desesperación. Ellos tuvieron que buscar y buscar diferentes terapeutas, hasta que encontraron una psicóloga que los apoyara a ellos y, sobre todo, que me apoyara a mí para mejorar mi neurodesarrollo durante mi niñez y adolescencia. Cuando eso ocurrió, mis padres sintieron esperanza y, no sólo eso, sino que también confiaron en ella, y eso trajo buenos resultados. No dejen de acompañar a sus hijos, sigan educándolos con mucha paciencia y mucho cariño, nunca los suelten de la mano y síganlos apoyando en todo momento”.

Saludos desde México hasta España.

 

Autismo España no se hace responsable de las opiniones vertidas que se emitan en esta sección puesto que son de carácter personal, y no necesariamente reflejan la posición de Autismo España.