Entramos a formar parte del ‘Comité asesor de atención a la conducta suicida’ recién constituido por el Ministerio de Sanidad
- Se trata de un comité interdisciplinar, formado por personas expertas de diferentes áreas, que aportarán experiencia y conocimiento, para tener en cuenta todas las perspectivas, incluidas las personas con autismo, uno de los colectivos con más riesgo de suicidio
- Dos de cada tres personas con trastorno del espectro del autismo (TEA) en edad adulta habrían contemplado el suicidio en algún momento de sus vidas
- Entre las mujeres diagnosticadas con autismo, la intención de cometer suicidio es tres veces más alta que en las mujeres sin esta condición
- La prevención y la vigilancia del bienestar emocional en la infancia y adolescencia es clave para minimizar el riesgo de suicidio en esta etapa vital
Entramos a formar parte del Comité asesor de atención a la conducta suicidia del Ministerio de Sanidad. La Confederación, a través de su directora técnica, Ruth Vidriales, ya forma parte de este recién constituido Comité con el firme objetivo de aportar en el impulso de medidas y avances que garanticen el cuidado y la atención al bienestar emocional de las personas con trastorno del espectro del autismo (TEA) y otros trastornos del neurodesarrollo.
El pasado mes de mayo se puso en marcha el servicio telefónico 024, “Llama a la vida”, de atención a la conducta suicida, un servicio que funciona 24 horas los 365 días del año. Ante la entrada en funcionamiento de esta línea de ayuda, Autismo España solicitó entrar a formar parte del Comité asesor de atención a la conducta suicida, convocado por el Ministerio de Sanidad. Se trata de un Comité interdisciplinar, formado por personas expertas de diferentes áreas, que aportarán experiencia y conocimiento, para tener en cuenta todas las perspectivas y todas las voces posibles. Entre ellas, las que afectan a las personas con autismo, uno de los colectivos más afectados por la ideación del suicidio.
El suicidio, segunda causa de muerte en personas adultas con autismo sin discapacidad intelectual
En España, viven más de 450.000 personas con trastorno del espectro del autismo, lo que supone que, teniendo en cuenta a sus familias, más de un millón de personas se encuentran vinculadas directamente a esta condición. Entre las personas adultas en el espectro de autismo sin discapacidad intelectual asociada, el suicidio es la segunda causa más probable de muerte, solo después de los problemas cardíacos.
Tales datos encajan con la fuerte evidencia científica que afirma que las personas con TEA tienen un mayor riesgo de experimentar condiciones asociadas que afectan a su salud mental, como depresión o ansiedad e incrementan el riesgo de suicidio. Son numerosos los estudios que apuntan a que dos de cada tres personas diagnosticadas de trastorno del espectro del autismo en la edad adulta habrían contemplado el suicidio en algún momento de sus vidas.
Entre la población infantojuvenil con TEA, la ideación suicida, las autolesiones y los intentos de suicidio son también fenómenos que aparecen con frecuencia. Además, diferentes estudios apuntan a que la ideación suicida se presenta entre las niñas, adolescentes y mujeres con mayor frecuencia que en el caso de los varones en el espectro del autismo. Asimismo, señalan que es tres veces más probable que ellas manifiesten la intención de cometer suicidio que las mujeres sin autismo.
El pensamiento y los procesos cognitivos de las personas con autismo también pueden hacerlas más vulnerables frente a este tipo de situaciones. Por ejemplo, los patrones de pensamiento repetitivos e inflexibles pueden hacer que la ideación suicida sea particularmente difícil de disipar para ellas. Las dificultades de comunicación social pueden incidir negativamente en la iniciativa para pedir ayuda a los demás cuando se sienten mal. Asimismo, la falta de apoyo social y de relaciones interpersonales significativas acentúa el aislamiento y la sensación de soledad.
Por eso en el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se celebra el 10 de septiembre, ponemos el foco en la prevención y la vigilancia del bienestar emocional de las personas con TEA a lo largo de todo el ciclo vital y al incremento de la prevención de este tipo de situaciones, especialmente en la infancia y la adolescencia. Son los dos pilares fundamentales para minimizar este tipo de fenómeno y sus repercusiones a largo plazo. Otros factores, como la detección y diagnóstico precoz del autismo, la prevención y actuación frente al acoso escolar y la ayuda ante cualquier señal de alarma son también elementos esenciales para el abordaje de la ideación o el intento de suicidio.
Día Mundial para la Prevención del Suicidio
A pesar de los datos tan preocupantes entre la población con TEA, lo cierto es que existe muy poca investigación al respecto. Uno de los estudios que más claves ha proporcionado para la prevención del suicidio entre las personas en el espectro del autismo, es la llevada a cabo por la Dra. Sarah Cassidy, investigadora del proyecto “Salud Mental en autismo” y profesora de la Universidad de Nottingham (Reino Unido). Y es que, como apunta Cassidy, “las conductas suicidas son algo común y preocupante en las personas con autismo”, pese a ser un asunto poco estudiado.
Compartimos la charla con Sarah Cassidy, que puedes ver en nuestro canal de InfoAutismo de youtube.