El Congreso retoma la reforma de la Ley General de Discapacidad para regular la accesibilidad cognitiva

Por este motivo, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), promovió la Proposición de Ley de modificación del texto refundido de la Ley General de Derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, que fue presentada por el Grupo Parlamentario Ciudadanos en el Senado y tomada en consideración por esta cámara en junio del pasado año, con un amplio consenso político. 

Esta Proposición de Ley plantea, a partir de un Plan Nacional de Promoción de la Accesibilidad Cognitiva, introducir en nuestro marco legislativo medidas que hagan que los servicios, los bienes y los entornos sean más accesibles para la población con algún tipo de dificultad cognitiva, como es el caso de las personas con trastorno del espectro del autismo (TEA). 

Ahora, más de un año después desde que terminase su plazo de proceso de enmiendas, la Comisión de Derechos Sociales y Políticas Integrales de Discapacidad del Congreso de los Diputados retoma los trabajos de la Ponencia este miércoles, según informa la Agenda del Congreso de los Diputados, y se espera próximamente el debate y la votación de su informe, para establecer y regular la accesibilidad cognitiva y sus condiciones de exigencia y aplicación. Al tener atribuida competencia legislativa plena, la Comisión puede enviarla directamente al Senado, sin necesidad de ser elevada al Pleno del Congreso.   

Desde Autismo España nos sumamos al deseo del CERMI y confiamos en que esta Proposición de Ley cuente con un extenso respaldo parlamentario, como todas las grandes reformas normativas en materia de discapacidad que se han ido aprobando en los últimos años. Además, esperamos que el texto final tenga en cuenta las demandas esenciales para las personas con TEA en materia de accesibilidad cognitiva, tales como:  

• El uso y disfrute de los entornos, bienes, productos y servicios de forma autónoma.  

• La necesidad de modificaciones ambientales que tengan en cuenta las diferencias en el procesamiento sensorial de las personas, evitando la sobreestimulación sensorial.  

• La especial adaptación que requieren algunos entornos, como los sanitarios, para garantizar la accesibilidad cognitiva.   

Todos estos abordajes suponen una mejora sustancial en la calidad de vida y participación en condiciones de igualdad de las personas con autismo, además de para la sociedad en su conjunto, que también puede verse beneficiada de las medidas de accesibilidad universal, y cognitiva en particular, especialmente colectivos vulnerables como el de las personas mayores o inmigrantes.     

La accesibilidad cognitiva es una parte de la accesibilidad universal, imprescindible para garantizar que las personas que presentan necesidades de tipo cognitivo puedan comprender los entornos y participar en la sociedad en igualdad de condiciones. Para favorecerla, se pueden utilizar distintas herramientas o medidas (no solo la señalización), que dependerán de las características específicas de cada entorno, de su funcionalidad y de las capacidades cognitivas y sensoriales de las personas que los utilicen. 

En los últimos años, han aumentado los esfuerzos para favorecer la accesibilidad cognitiva en los entornos de uso público. Sin embargo, estas iniciativas no siempre cumplen los requisitos para ser consideradas medidas de accesibilidad cognitiva, debido a la falta de conocimiento sobre cómo favorecerla de manera adecuada en cada situación. 

Por ello, a la hora de implantar este tipo de medidas, es preciso: 

• Contar con el apoyo de personas expertas, organizaciones especializadas y organismos públicos de referencia en la realización de estos proyectos. 

• Si es un entono construido (edificio con uso público), concienciar de que un proyecto de accesibilidad cognitiva abarca toda la información en páginas web, entorno urbano, edificio, señalización, productos, usos y servicios. 

• Si la iniciativa propuesta se refiere tanto a un edificio como a un entorno urbano y no responde a los criterios de accesibilidad universal (por ejemplo, porque consiste en señalizar un espacio público con pictogramas de apoyo a la comunicación y no con elementos de señalización universal) se debe explicar al organismo o entidad por qué esta práctica no es recomendable. 

• Especificar que la señalización debe partir de una evaluación del entorno, y ser realizada por personas expertas en diseño y accesibilidad. 

• Sugerir que se reconduzcan las iniciativas hacia prácticas que cumplan con los criterios de accesibilidad universal. Si esto no es posible, aprovechar la oportunidad para visibilizar al colectivo y promover otras acciones de sensibilización o concienciación, sin presentarlas como actuaciones de accesibilidad