La sostenibilidad de los servicios especializados, clave para garantizar la calidad de vida de las personas con autismo
La Confederación Autismo España acaba de publicar un informe sobre el impacto de la crisis del Covid-19 en el colectivo de personas con trastorno del espectro del autismo (TEA) y en su tejido asociativo específico y especializado en España. Un documento que analiza la situación global y evalúa lo que ha supuesto para las entidades de autismo tanto a nivel social como económico (ya hace unos días, Autismo España hizo público un informe que situaba en más de 6,2 millones de euros el impacto económico del coronavirus en las entidades de autismo).
Este informe incluye tanto datos propios de Autismo España, como los extraídos del Canal de Incidencias (que recoge las incidencias de las personas con TEA, familias y/o profesionales durante la crisis sanitaria), así como referencias a lo que está sucediendo en otros países y al consenso experto en relación a los asuntos que los países deberían priorizar para dar respuesta a las necesidades del colectivo en esta situación de pandemia.
Perspectiva profesional experta y publicaciones científicas
Aunque la evidencia disponible es aún limitada, el informe elaborado por Autismo España pone de manifiesto que muchos expertos y expertas internacionales coinciden en afirmar que esta pandemia implica un desafío especialmente importante y difícil de afrontar en el caso de las personas con TEA debido, entre otros factores, al manejo de la incertidumbre, los cambios significativos en la rutina, el incremento del aislamiento social o las dificultades en el acceso a sistemas especializados de apoyo.
En este sentido, también se señala que la vulnerabilidad de las personas con TEA es mayor que la de la población general, especialmente en el caso de aquellas que se han infectado o que han tenido que permanecer aisladas, y que el colectivo presenta un riesgo elevado de sufrir alteraciones relacionadas con la salud mental o de experimentar un agravamiento de condiciones comórbidas de salud mental (ansiedad, depresión, pensamientos suicidas…), que puedan poner en riesgo la integridad física de las personas, especialmente de aquellas que vivan solas o tengan un círculo de apoyo reducido.
Prioridades de actuación
Teniendo en cuenta las razones antes expuestas, el informe pone de manifiesto que, en esta situación de pandemia se incrementa la necesidad de apoyos formales e informales a las personas con autismo, en especial para aquellas con grandes necesidades de apoyo.
En este sentido, los aspectos prioritarios de actuación serían:
- establecimiento de planes de prevención y vigilancia dirigidos al colectivo, que prioricen la realización de pruebas diagnósticas y el tratamiento de los casos confirmados. Estos planes son especialmente relevantes en el caso de los centros y servicios educativos y/o sociales que facilitan apoyos al colectivo (viviendas, centros de atención diurna, centros ocupacionales…).
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diseño de protocolos de actuación dirigidos a las personas con TEA que presenten condiciones clínicas agudas de salud asociadas al COVID-19. En el caso de precisar la hospitalización, será imprescindible flexibilizar algunas de las medidas establecidas para la población general y facilitar el acompañamiento de personas cercanas.
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contemplar estas necesidades específicas de las personas con autismo en el análisis y desarrollo de las políticas y medidas que se están diseñando para “volver a la normalidad”.
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la necesidad de un fondo extraordinario finalista de ayuda para afrontar el impacto provocado por el COVID-19, ya que esta falta de recursos compromete no sólo la sostenibilidad a medio y largo plazo de las entidades que trabajan específicamente con personas con TEA, sino también la continuidad de una gran parte de los servicios especializados que prestan y que son prioritarios para garantizar la calidad de vida de las personas con TEA.
Descarga el informe
Puedes consultar el informe completo haciendo click aquí
