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Las dificultades lectoras en el trastorno del espectro del autismo: la importancia de la figura del logopeda

Hoy, 6 de marzo, se celebra el Día Europeo de la Logopedia, fecha instaurada para crear conciencia sobre el trabajo de los y las profesionales de esta disciplina centrada en los trastornos del habla y del lenguaje. Este año, el tema central para este día es la atención a los trastornos de lectura y escritura, que pueden afectar a muchos aspectos de la vida de los niños y niñas, y que son clave en su educación y desarrollo. En este sentido, los y las profesionales de la Logopedia juegan un papel fundamental no solo en el tratamiento de estas alteraciones, sino también en su diagnóstico, evaluación e intervención.

Por lo que respecta a los niños y niñas con trastorno del espectro del autismo (TEA), estas dificultades de lectura y escritura pueden suponer una importante barrera en su desarrollo personal y social. Así, pueden interferir en la adquisición de conocimientos y afectar a su autoestima y participación social, incrementando el riesgo de fracaso escolar y de exclusión social. 

La adquisición de la lectoescritura proporciona a las personas con TEA independencia y autonomía personal, ya que no sólo es una herramienta de comunicación, sino también elemento imprescindible para el aprendizaje y para el desarrollo cognitivo y social. Además, las competencias de lectura y escritura son fundamentales para acceder y disfrutar de los diferentes entornos, bienes y servicios de la sociedad, incluyendo aquellos más relacionados con la movilidad, el ocio, la comunicación y la cultura.

En este sentido, la actividad de los y las profesionales de la logopedia es esencial para favorecer la detección y la intervención temprana en las posibles dificultades de lectoescritura que puedan afectar a los niños y niñas con TEA. Además, su labor es fundamental para promover y fomentar sus competencias de comunicación, ámbito en el que las personas con TEA suelen presentar necesidades de apoyo, tanto a nivel de comprensión como de expresión.

Así, algunas personas con TEA utilizan el lenguaje de manera fluida, y sus dificultades se relacionan únicamente con la forma de emplearlo en una comunicación recíproca o en el contexto social. Otras personas requieren el uso de Sistemas Alternativos y/o Aumentativos de Comunicación (SAAC), que sustituyen y apoyan al lenguaje oral, respectivamente. En relación con la comunicación no verbal, las personas con TEA pueden experimentar dificultades para emplear o extraer el significado de gestos o expresiones faciales de otras personas, así como de otros elementos relevantes para la interacción (contacto ocular, postura corporal, etc.). Esto limita la información que comprenden y utilizan en los intercambios comunicativos, lo que, en ocasiones, puede provocar situación de malentendido o desajuste al contexto.

Por todo ello, desde Autismo España nos sumamos a la Asociación de Logopedas de España en la reivindicación de una mayor atención a los problemas de lectoescritura y una garantía de intervención temprana con los niñas y niñas que los presenten, con el fin de evitar que deriven en situaciones de fracaso escolar o de pérdida de autoestima que redunden de manera negativa tanto en su calidad de vida como en la de sus familias.