«Más que un centro, Alboraia representa un paso hacia el modelo social»
- Hablamos con Marian Ferrús, presidenta de la Fundació Mira'm, para conocer cómo ha sido el proceso para que este centro pudiera ver la luz y quiénes lo han hecho posible.
- El nuevo centro de Alboraia permitirá atender a unas 250 personas jóvenes y adultas con autismo.

La Fundació Mira’m ha inaugurado recientemente el Centro de Recursos de Mira’m en Alboraya. Se trata de la tercera sede de la entidad, que ya estaba presente en Valencia y Gandía. Con motivo de esta apertura, charlamos con su presidenta, Marian Ferrús, para conocer cómo ha sido el proceso para que este centro pudiera ver la luz y quiénes lo han hecho posible.
«El nuevo centro de Fundació Mira’m responde a la voluntad de dar respuesta a una necesidad real de las familias, que no encontraban apoyos adecuados para sus hijos e hijas. La especialización es intrínseca a Mira’m y es la clave para poder acompañar con impacto a las personas», sostiene Ferrús. En este sentido, añade «Alboraia es una realidad gracias a la colaboración de la empresa privada valenciana y al acompañamiento de muchas personas con ganas de ayudar que creyeron en el impacto y la autenticidad del proyecto […] Es el resultado de estar en el lugar adecuado con el proyecto correcto. Llevábamos años diseñando el modelo de acompañamiento a las personas con autismo en la vida adulta y teníamos el reto de responder a todas las necesidades de apoyo desde un enfoque coherente con nuestro modelo: relacional, comunitario y descentralizado».
Según cuenta la presidenta de Mira’m, «en junio de 2023 nos confirmaron que seríamos la entidad elegida para acompañarnos en crear un centro para jóvenes y adultos y, a partir de ese momento, nos pusimos a buscar el espacio adecuado: debía tener una superficie suficiente, estar bien comunicado, ser accesible y ofrecer un entorno rico en oportunidades comunitarias. Las obras comenzaron en 2024, y una de las mayores sorpresas ha sido las numerosas de empresas y proveedores que, al conocer el proyecto, decidieron colaborar aportando materiales, mano de obra o donaciones», sostiene orgullosa.
Un paso hacia el modelo social
El centro de Alboraia es un recinto de 1.500 m² distribuidos en tres zonas claramente diferenciadas:
- Centro de día, destinado a personas con necesidades de apoyo intenso.
- Una zona destinada al Programa de Formación profesional básica adaptada e itinerarios sociolaborales, que incluye un obrador para la capacitación en pastelería con certificado de profesionalidad.
- Una zona para el programa Horizonte, itinerarios de acompañamiento a la vida autónoma que ofrece apoyos personalizados en ámbitos nucleares como la comunicación, las habilidades sociales, la función ejecutiva, la integración sensorial y el bienestar emocional, entre otras.
«Más que un centro, Alboraia representa un paso hacia el modelo social, basado en la interdependencia y en la creación de espacios relacionales naturales, participativos y sinceros […] que permitirá atender a unas 250 personas jóvenes y adultas con autismo», asegura Marián Ferrús.
En este sentido, la presidenta de Mira’m comparte que el modelo organizativo de su entidad «se ha construido desde el inconformismo y la búsqueda constante de la excelencia, con una mirada abierta al cambio. Esto ha dado lugar a una cultura organizacional viva, flexible y respetuosa con las personas, entendiendo cada trayectoria desde la autodeterminación, la plenitud y la dignidad. Por otra parte, hemos apostado por la innovación y el impacto social, generando espacios de reflexión y transformación sobre los modelos de apoyo, las propias organizaciones y la sociedad. En definitiva, somos una entidad en movimiento, siempre en búsqueda de nuevas oportunidades para mejorar la vida de las personas con autismo y sus familias».
«Los principales desafíos están en la vida adulta»
Preguntada por los próximos desafíos que tiene por delante su entidad, Marian Ferrús no duda en afirmar que «se ha avanzado mucho en la etapa infantil y en los apoyos educativos, aunque todavía quedan grandes retos por delante. Hoy los principales desafíos están en la vida adulta: lograr empleos dignos, disponer de servicios diurnos y además con modelos menos tradicionales, favorecer la vida independiente y asegurar los apoyos necesarios para ejercer derechos y vivir con dignidad. Nuestro foco está en construir entornos que ofrezcan verdaderas oportunidades y acompañamientos personalizados, también en esta etapa vital».
Por ello, desde la Fundació Mira’m ya están trabajando en dos importantes retos: «Uno de ellos es lograr la sostenibilidad técnica y económica de las entidades desde una visión ética, que garantice estabilidad sin depender exclusivamente de la concurrencia competitiva, que tanto debilita al Tercer Sector. El otro gran reto es crear empresas sociales que generen empleo para las personas que se están formando en nuestros programas de capacitación e itinerarios laborales. Esperamos poder compartir pronto más detalles de este nuevo camino», sostiene Ferrús, que añade: «La colaboración y el trabajo en red forman parte de nuestra identidad. Nuestra casa está siempre abierta a todas las entidades que quieran visitarnos, conversar o construir juntas.