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28.06.2019 Sensibilización

“Es fundamental promover una educación afectivo-sexual desde etapas tempranas”.

orgullo

Autismo España trabaja para conseguir la inclusión social, la igualdad de trato y la no discriminación, por cualquier circunstancia personal o social, de las personas con TEA, reivindicando para ello el ejercicio efectivo de sus derechos e intentando dar respuesta a todas sus demandas. Una de ellas, de la que existe gran desconocimiento al respecto  y que va adquiriendo mayor relevancia, responde a la necesidad de mostrar una realidad a la que no le podemos dar la espalda, como es la diversidad afectivo-sexual y de identidad de género.

Por ello, coincidiendo con la celebración, el 28 de junio, del Día Internacional del Orgullo LGBT, desde Autismo España recordamos que es necesario garantizar los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, transgéneros e intersexuales con un diagnóstico de TEA. Una de las líneas que se llevan a cabo desde la Confederación para dar respuesta a esta necesidad es la de formar parte de la Comisión Técnica de Diversidades Sexuales e Identidad de Género, constituida en 2016 por el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI Estatal).

Nuestras entidades socias también se esfuerzan cada día para atender esta realidad, con el objetivo de dar respuesta y cubrir las necesidades de las personas usuarias. Una de ellas es la Asociación Gautena (Asociación Guipuzcoana de Autismo). Hablamos con Garbiñe Goikoetxea, psicóloga del Servicio de apoyo a familias y acción asociativa de la entidad. 

ENTREVISTA A GARBIÑE GOICOETXEA, PSICÓLOGA DEL SERVICIO DE APOYO A FAMILIAS Y ACCIÓN ASOCIATIVA DE GAUTENA

¿Cómo empezaron a detectar la necesidad de prestar apoyos relacionados con la orientación sexual y la identidad de género por parte de las personas usuarias de Gautena?

Antes de ver la necesidad relacionada con la orientación sexual y la identidad de género, vimos y vemos la necesidad de una educación sexual desde edades tempranas, para poder tratar la sexualidad con total normalidad, con las personas con TEA y su entorno, y así romper el tabú que acompaña a este tema. Aunque en la actualidad se ha avanzado socialmente y se habla de sexualidad con bastante más normalidad, todavía hay mucho que hacer al respecto, y qué decir cuando se trata de personas con TEA y/o diversidad funcional. Normalmente, no se empieza a educar en sexualidad hasta la adolescencia, un momento complicado para todas las personas, ya que es cuando la sexualidad empieza a expresarse en sus diferentes dimensiones: deseo, orientación, identificación, afectividad…

En nuestro caso, empezamos a ver esta necesidad en las sesiones de terapia, donde se ofrece a las personas un espacio seguro e íntimo. Sienten la libertad de hablar de las dificultades que presentan en su día a día y se les ayuda, ofreciéndoles estrategias de afrontamiento. En la mayoría de los casos, la sexualidad se expresa, ya sea de manera implícita o explícita.

¿Cómo dais respuesta a esta necesidad?

Teniendo en cuenta las características cognitivas, comunicativas y sociales que puedan presentar las personas con TEA y de qué manera estas pueden afectar a la hora de abordar la sexualidad. Contemplar la vulnerabilidad que presentan respecto a otras personas y en la sociedad, pero no por ello dejar de ofrecer oportunidades. 

Es fundamental que dispongan de un espacio seguro en el que sientan la libertad de poder compartir su propia experiencia, sus inquietudes…su propia manera de vivir la sexualidad. Por parte de los profesionales, tenemos que esforzarnos en entender qué nos están comunicando con las diferentes maneras de expresarse, ofrecerles herramientas para que aprendan a conocerse, saber cómo son… y así disfrutar de una buena salud sexual.  A partir de ahí, hilar fino en cada caso concreto, adaptando las intervenciones a cada persona, a sus limitaciones… a su realidad.

¿Existe alguna colaboración con alguna de las entidades que representan y trabajan con las personas LGTB?

Una vez empezamos a abordar esta necesidad, en algún caso concreto, hemos contacto con GEHITU, asociación LGTBI de Gipuzkoa, para solicitar asesoramiento y, así, dar una respuesta más adecuada. Se trata de casos en los que las personas tienen clara su orientación sexual pero presentan mucha dificultad en poder mostrarlo al entorno y, sobre todo, poder tener experiencias reales con otras personas.

Además, este año hemos colaborado con GEHITU con la idea de crear una red de trabajo formada por diferentes entidades de Gipuzkoa que ayudan a personas con diversidad funcional. La idea principal: crear un instrumento de evaluación, para identificar las necesidades que puedan tener en el ámbito de la sexualidad y, después, diseñar un programa de intervención para dar respuesta a esas necesidades. Hemos tenido un par de encuentros y también hemos realizado alguna entrevista con usuarias y usuarios de Gautena.

¿En qué aspectos habría que incidir para garantizar la igualdad para todas las personas con TEA, independientemente de su identidad de género u orientación sexual?

El trabajo que nos toca realizar con ciertas personas es el acompañamiento en la aceptación de su condición de TEA e, igualmente, centrándonos en la sexualidad, se trata de conocerse y aprender a aceptarse, a estar contentos con su condición, aprender a superar las dificultades que puedan tener, a reconocer y a identificar afectos propios y ajenos, a tolerar la frustración y a abordar las dificultades que presentan en su día a día de la manera más constructiva y beneficiosa posible.

abemos que existe una negativa a revelar abiertamente la orientación sexual o la identidad de género, por el miedo al rechazo y a las actitudes y expresiones discriminatorias, entre otras en la sociedad en general. ¿Se agrava aún más para las personas con TEA?

Depende del caso, pero en principio diría que sí resulta más complicado. La persona con TEA, a veces tiene que afrontar y aceptar su condición de TEA. En la mayoría de casos, es algo que cuesta, ya que es una condición que a lo largo de la vida le ha generado alguna dificultad social, llegando a sentirse discriminado. Si añadimos el tener que afrontar su orientación sexual o la identidad de género (si esta es minoritaria), en algunos casos se duplica la complicación a la que tienen que enfrentarse. En otros casos, les cuesta aceptar su condición de TEA y, sin embargo, no presentan dificultad en desvelar su orientación sexual. Es una situación bastante nueva para la entidad y vamos viendo diferentes casuísticas… pero en general, a día de hoy, podemos decir que les resulta más complicado que al resto de personas.

En su opinión, ¿qué se debería hacer desde el movimiento asociativo del autismo en este ámbito?

Insistimos en la importancia de una educación afectivo-sexual desde etapas tempranas. Verlo como una necesidad, igual que lo es para todas las personas. Visibilizar y normalizar esta necesidad y derecho como personas, formando a padres y madres, profesionales, personas con TEA y a la sociedad en general.